El 42 % de las personas desplazadas (alrededor de 35 millones) son menores de edad ProFuturo ha contribuido ya al desarrollo educativo de más de 32.500 niños refugiados
Desde 2018 ha beneficiado a 32.580 niños y ha formado a 702 docentes desplazados de sus hogares en África y Asia, y en 2022 se ha marcado el objetivo de superar los 60.000 alumnos beneficiados
El programa de educación digital impulsado por Fundación Telefónica y Fundación ”la Caixa” ofrece un modelo de intervención adaptado a contextos humanitarios, facilita espacios de aprendizaje seguros y da apoyo al bienestar psicosocial
En colaboración con otras organizaciones, ProFuturo lleva a cabo proyectos en diversos campos de refugiados y asentamientos informales en Líbano, Jordania, Malaui, Ruanda, Tanzania, Nigeria y Zimbabue
En colaboración con otras organizaciones, ProFuturo lleva a cabo proyectos en diversos campos de refugiados y asentamientos informales en Líbano, Jordania, Malaui, Ruanda, Tanzania, Nigeria y Zimbabue
Consciente de esta problemática, ProFuturo, el programa de educación digital impulsado por Fundación Telefónica y Fundación ”la Caixa”, adaptó en 2018 su propuesta educativa para favorecer el acceso a una educación integral de calidad a los menores en edad escolar que viven en contextos humanitarios. Esta propuesta combina recursos educativos accesibles a través de una plataforma digital de aprendizaje, itinerarios de desarrollo profesional docente, acompañamiento pedagógico y soporte técnico, así como un sistema de monitorización y evaluación continua que permite medir el impacto de su implementación en cada escuela.
Pero este modelo de intervención en contextos humanitarios va un paso más allá. ProFuturo trabaja para garantizar la protección, la seguridad y el apoyo psicosocial de los niños y los docentes refugiados, siguiendo el marco mundial para la educación de la población refugiada y las normas mínimas definidas por la Red Interagencial para la Educación en Situaciones de Emergencia (INEE).
Educación digital para refugiados en Oriente Medio y África Subsahariana
Entender bien el contexto en el que se desenvuelven alumnos y docentes, las experiencias tan complejas que han vivido antes de llegar a los países de acogida, su situación de vulnerabilidad, es imprescindible para responder con eficacia a sus necesidades, explica María Lacadena, responsable de la intervención de ProFuturo en contextos humanitarios en África y Asia. “Dar formación psicosocial a los docentes para que puedan entender y atender a aquellos alumnos que más lo necesitan, ayudarles a desarrollar su capacidad de adaptación o resiliencia, es clave y es una de las cosas en las que trabajamos con nuestros socios en terreno. La labor de sensibilización con la comunidad es importantísima también. La escuela es un lugar seguro, puede ayudar a evitar el matrimonio y el trabajo infantil. Los niños pueden relacionarse, jugar, expresarse y recibir apoyo de sus profesores. Muchos padres, por diversos motivos, no quieren que sus hijos vayan a la escuela. Ayudarles a entender la importancia que tiene para el futuro que sus hijos reciban una educación y, en este caso, los beneficios de la educación digital, es fundamental”, afirma.
ProFuturo colabora con otras organizaciones en el terreno. En Líbano trabaja con la Fundación Kayany y la Universidad Americana de Beirut (AUB) en un proyecto que este año se ha ampliado a 14 nuevas escuelas en el valle de Bekaa.
Gracias a un acuerdo con el Comité Español de ACNUR, este modelo de intervención también llegó en 2021 a seis campos de refugiados burundeses en Ruanda. La colaboración se ha ampliado este año a Nigeria y Zimbabue, donde se está implementando el programa.
En Tanzania, de la mano de Save the Children, el programa también está presente en ocho escuelas de educación primaria y en dos ideas box centres (centros multimedia diseñados para eliminar las barreras físicas del aprendizaje en contextos de crisis humanitaria) en los campamentos de Nduta y Nyarugusu, en la región de Kigoma.
En febrero renovó un acuerdo con Mensajeros de la Paz para llevar el programa a una nueva escuela de Amán, en Jordania, que atiende a 320 alumnos iraquíes. En Malaui, junto al Servicio Jesuita a Refugiados (JRS) y Entreculturas, ProFuturo está presente en dos escuelas del campo de refugiados de Dzaleka, cerca de la capital.
En cada uno de estos proyectos y países, ProFuturo invierte grandes esfuerzos en proporcionar formación, coaching y apoyo continuo a los docentes. Hasta ahora, el programa ha formado a 702 docentes refugiados y espera formar a cerca de 180 a lo largo de este año. Los educadores son un pilar clave para este programa de educación digital, cuyo compromiso con la población refugiada ha beneficiado ya a 32.580 niños en África y Asia.
En 2022, ProFuturo se ha marcado como objetivo superar la cifra de 60.000 alumnos en contexto humanitario, un 77 % beneficiados de forma directa a través del uso de la plataforma de aprendizaje y los contenidos digitales del programa, y un 23 % beneficiados de forma indirecta a través de la formación recibida por sus profesores.
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