CEM estrena plataforma digital del PGP 2031-2033 Obispos “no pueden dejar al pueblo en solitario”: Mons. Rogelio Cabrera López
*Conferencia del Episcopado Mexicano celebrará la CVIII Asamblea Plenaria. Construcción de paz y retos ético-morales en la mira de los obispos para enfrentar la inseguridad e inestabilidad que agobia a los mexicanos.
*Iglesia debe caminar con la gente y no olvidar a los pobres, afirma el presidente de la CEM
*Violencia feroz, pobreza y corrupción preocupan a los obispos de México
*Violencia feroz, pobreza y corrupción preocupan a los obispos de México
| Guillermo Gazanini Espinoza
En víspera de la CVIII Asamblea de la Conferencia del Episcopado Mexicano, la cúpula de los obispos dio a conocer las líneas vitales de trabajo que reunirá a los obispos del 11 al 15 de noviembre. En conferencia de prensa, el presidente de la CEM, Rogelio Cabrera López y el secretario general, Alfonso G. Miranda Guardiola, expusieron en un comunicado algunos detalles del próximo cónclave del episcopado mexicano.
Igualmente, el estreno de la plataforma del PGP 2031-2033, a decir de los prelados, “quiere desencadenar todo un proceso que, recogiendo el bimilenario caminar de una Iglesia, hacia el encuentro de Jesucristo Redentor, bajo la mirada amorosa de Santa María de Guadalupe, con renovado entusiasmo, ante los importantes desafíos que esta nueva época nos plantea y las tendencias que se prevén, con lo más auténtico y sagrado de su misión evangelizadora”.
La próxima asamblea quiere abundar en aspectos vitales para la evangelización e incidir en la propuesta de la Iglesia en medio de la difícil situación del país que no pasó desapercibida por los obispos. De acuerdo con Mons. Rogelio Cabrera, los obispos abundarán sobre tres líneas, las dos primeras internas para derivarlas hacia el planteamiento ético-moral donde se juegan temas delicados para el futuro de México y en los cuales la Iglesia está dispuesta a ayudar con su probada experiencia a lo largo y ancho del país.
Para el presidente de la CEM, los desafíos están en tres aspectos. A juicio del prelado, la pobreza “creciente de México, no parece que, de modo inmediato, vaya a la baja”; el segundo, la violencia a la cual calificó de “feroz” y por último, la corrupción que, a diferencia del discurso de gobierno, parece “imparable, no sólo la que tiene que ver con el dinero sino con el ejercicio de la autoridad”.
El arzobispo de Monterrey no dejó pasar los lamentables hechos que han concentrado la agenda de seguridad nacional. Así expresó: “A los obispos nos preocupa mucho estos eventos crudos que hemos vivido, el de Culiacán, y recientemente en esta semana, el de Chihuahua…” En el sentir del pueblo, abundó, queda “un sentimiento de desconfianza hacia las autoridades locales y federales. Se pregunta sobre cuál es el papel de la policía y de la Guardia Nacional… En resumidas cuentas, tenemos una población anímicamente insegura y con miedo…” Lo de Culiacán y los hechos de Chihuahua, son hechos de “ferocidad mayor” aseguró el arzobispo Cabrera.
El presidente de la CEM presumió de la comunicación de la Iglesia con gobiernos locales y municipales. Esos contactos, abundó, están descubriendo cómo el incremento de la violencia ha tocado a la familia: “La violencia intrafamiliar ya no es sólo de esposo a esposa o viceversa sino también de hijos hacia padres y de padres hacia hijos. Esto es preocupante porque si la violencia crece en violencia, la calle será el escenario natural de una violencia mayor”.
“Andamos con la sensación de andar en terreno minado, cualquier cosa puede ocurrir” aseveró Mons. Cabrera quien enfatizó que el análisis ético-moral de los obispos versará sobre la reflexión de los mandamientos: “No matarás, no robarás, no mentirás”.
Cabrera destacó el papel de la Iglesia de México para tomar la iniciativa y entrar en diálogo y acción con iglesias y sociedad organizada en los procesos de construcción de paz. Y lanzó al gobierno la advertencia de que sus acciones no pueden desarrollarse en solitario: “El gobierno no puede estar solo. Un gobierno que se queda solo va a gobernar mal, pero un gobierno que se deja acompañar por toda la sociedad sin excluir a nadie, en este caso las iglesias, creo que se puede dar un mejor servicio porque la paz apremia a México”.
Por su parte, Alfonso Miranda Guardiola, obispo auxiliar de Monterrey, señaló que el PGP 2031-2033 es la “gran apuesta de la Iglesia católica” más fuerte y firme en la evangelización de los años venideros. El secretario general abundó sobre la atención de los migrantes y realizó el diagnóstico preciso que sufren quienes han salido de su país para alcanzar un futuro más promisorio. Según Miranda, los migrantes sufren manipulación y los riesgos que enfrentan son preocupantes enseñándose particularmente sobre niñas, niños, adolescentes: “Tráfico de personas, reclutamiento criminal, abandono, familias que caminan y se enferman, la desaparición forzada, múltiples problemas, secuestros, todo esto es gravísimo desde hace tiempo…”
Sin embargo, ante estas graves problemáticas que agobian al país, los obispos confían en el trabajo de la Iglesia afianzado en la esperanza. Como apuntó el secretario general, del trabajo de una “Iglesia unida, engarzada y armonizada” bien organizada, abierta a la sociedad, especialmente a los medios de comunicación.
Es “Iglesia constructora de esperanza” concluiría Mons. CabreraLópez dirigiendo un llamado particular a los sacerdotes y obispos. Ante el crecimiento de la población en las ciudades, los obispos no pueden dejar al “pueblo solitario” y a los sacerdotes a dejar su estado de “comodidad y vaya allá donde no hay iglesias, donde hay parroquias sin techo” a donde sea necesario, a lugares con carencias con necesidad de una palabra, de la mano que ayuda.
Cabrera López visualiza una Iglesia, “accidentada, pero que no deja de luchar, no podemos dejar de caminar con la gente, no podemos dejar a los pobres…”
David Jasso Ramírez, secretario técnico del PGP 2031-2033, acompañó a los prelados e invitó a los medios a ingresar al portal digital para abundar en la serie de subsidios, materiales y para mayor abundamiento acerca de las opciones y emergencias pastorales que enfrenta la Iglesia católica de México.