No puede ser solo una acción bélica Crímenes de guerra y silencio cobarde
Ante un gigante con pies de barro
La invasión y guerra de Putin contra Ucrania es ya un grito que sube hasta Dios como subió el grito de la sangre derramada por Caín por la muerte de su hermano Abel. “La voz de la sangre de tu hermano clama hasta mí desde la tierra”
Se multiplican los ataques a la población civil, mujeres, ancianos y niños y, a pesar de las sanciones y descalificaciones internacionales, Putin, el oligarca, ruso, sigue empecinado en conquistar lo que no le pertenece y atentando contra la ley internacional sin que nadie, hasta ahora, pueda remediarlo. Rusia, un país, además, que es miembro permanente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, lo que supone una verdadera provocación y escándalo. Una prueba más de que la ONU es cada día más inútil e ineficaz, aunque eso sí, muy cara de mantener. El miedo al uso del armamento nuclear mantiene a todas las grandes potencias con los brazos cruzados mientras se frotan la manos las empresas de armamentos y los países como China o La India que andan buscando un mayor protagonismo en el equilibrio mundial del poder.
La acción contra Putin y su escalada bélica no puede ser solo una acción bélica, ha de ser, sobre todo, una acción política y diplomática que haga posible que Putin se sienta cada día más aislado y solo frente al mundo. En estos días la diplomacia latinoamericana va viendo la necesidad de implicarse más en este frente contra Putin. Es un paso importante. El Fracaso de los mercenarios de Wagner, ese ejército privado cruel, vergonzoso y medieval, ha sido una puntilla más contra Putin que, sin duda, le ha debilitado considerablemente. Estamos un gigante con pies de barro. Una acción unánime internacional puede ser un ariete eficaz contra la fortaleza aparentemente indestructible de Putin, un Goliat amenazante pero descuidado. Estamos asistiendo a un postureo ideológico y hasta caritativo que busca más el voto o, en su caso, la imagen que la solución real al problema humano que una guerra acarea. A río revuelto, ganancia de pescadores.
Creo que todos los medios e instituciones deberían ser una voz unánime contra la guerra y contra Putin que la ha provocado. El Clamor de la sangre sube hacia Dios y ha de subir también, de manera hiriente, hacia nosotros. ¡Que crezca el eco!
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