Acusaciones injustas contra el cardenal primado de México Palos en las ruedas del cardenal Aguiar Retes, arzobispo de México DF
Hay momentos críticos en que solo se sale adelante si estamos dispuestos a sumar fuerzas
"Últimamente, mis amigo de México me escriben preocupados porque el Cardenal Aguiar está recibiendo duras críticas que no logran entender porque les parecen injustificadas y, sobre todo, porque llegan desde dentro"
"Las voces opositoras aprovechan esta situación para lanzar dardos envenenados contra el cardenal al que acusan, poco menos, que de 'dejar tirado' al cardenal emérito en el hospital afectado por el Covi-19"
"Hay quienes no aceptan la manera abierta y cercana del nuevo cardenal y añoran tiempos pasados donde sus posiciones eran más vistosas"
"Las voces opositoras aprovechan esta situación para lanzar dardos envenenados contra el cardenal al que acusan, poco menos, que de 'dejar tirado' al cardenal emérito en el hospital afectado por el Covi-19"
"Hay quienes no aceptan la manera abierta y cercana del nuevo cardenal y añoran tiempos pasados donde sus posiciones eran más vistosas"
Tengo muchos amigos en México, en Toluca, Sonora, san Miguel de Allende, Valle de Bravo y, sobre todo, en DF. Y Algunos amigos de DF me escriben muy felices con el estilo del nuevo cardenal, Don Carlos Aguiar Retes, que les parece abierto, cercano y en tolerancia cero con el odioso crimen de la pederastia, que tanto daño hace a la iglesia en estos tiempos. Últimamente, me escriben preocupados porque el Cardenal Aguiar está recibiendo duras críticas que no logran entender porque les parecen injustificadas y, sobre todo, porque llegan desde dentro.
Hay momentos en que solo se sale adelante si todos somos capaces de sumar y multiplicar, mirando en la misma dirección y no poniendo palos en las ruedas. La situación de Coronavirus en el mundo nos está afectando mucho a todos, está reduciendo nuestros recursos humanos, materiales y espirituales y, como ha dicho el papa Francisco, es ahora el momento de unir fuerzas para salir juntos de la crisis.
En la archidiócesis de México, que anima y coordina el cardenal don Carlos Aguilar Rietes, a mi juicio y a juicio de mis amigos, con gran acierto, no todos lo han entendido así y no faltan, desde hace tiempo, quienes ponen palos en las ruedas, ignoro con qué extraña intención. Unas veces, a causa de la gestión de la diócesis y, ahora, por el supuesto trato de marginación que está recibiendo el cardenal emérito, Norberto Rivera Carrera, que está afectado por el Coronavirus e internado, por su libre decisión, en un hospital privado con el que la diócesis no tiene concierto y cuyo precio resulta excesivamente alto.
Las voces opositoras aprovechan esta situación para lanzar dardos envenenados contra el cardenal al que acusan, poco menos, que de “dejar tirado” al cardenal emérito en el hospital afectado por el Covi-19 y de “lavarse las manos” ante esta situación.
Triste actitud de quienes deberían sumar fuerzas en estos momentos de precariedad para todos, en vez de poner palos en las ruedas a la iglesia del arzobispado de México, bastante atacada ya por las circunstancias adversas que estamos padeciendo todos y a la que ellos mismos pertenecen.
Son tres, en resumen, las acusaciones que se han levantado contra el cardenal Carlos Aguiar, a propósito de la enfermedad del cardenal emérito:
- 1) Que no se le atiende espiritualmente porque no se ha nombrado ningún sacerdote que acompañe su proceso en su enfermedad. Acusan al cardenal de “lavarse las manos” en este tema. Acusación incierta.
- 2) Que no se le ayude económicamente a sufragar los gastos de su estancia en el hospital. Acusación interesada.
- 3) Acusan al cardenal de “lavarse las manos” en este tema, dejar a la deriva a decenas y cientos de sacerdotes en pleno Coronavirus en condiciones catastróficas y de que el arzobispado está atravesando una “profunda crisis”. Le acusan de negligente y cuestionan su idoneidad para estar al frente del arzobispado de México. Acusación injusta.
Aquí radica la clave para entender lo que está pasando: Hay quienes están confundiendo sus deseos con la realidad. Hay quienes no aceptan la manera abierta y cercana del nuevo cardenal y añoran tiempos pasados donde sus posiciones eran más vistosas. Estamos de nuevo ante los trepas que pululan por todas las sacristías de las iglesias. Para afirmar todo esto se citan “fuentes confiables y cercanas” al cardenal Rivera Carrera.
El cardenal don Carlos Aguiar ha tenido que salir al paso, ante estas acusaciones tan graves e interesadas, con un comunicado donde afirma, frente a las acusaciones que se han lanzado gratuitamente contra él, lo que sigue:
“La Vicaría del Clero de la Archidiócesis es la instancia encargada de acompañar a los sacerdotes y obispos durante su enfermedad, manteniendo contacto, apoyando, y dando seguimiento a su estado de salud.
En los casos que requieran hospitalización, la atención como la tuvo monseñor Francisco Daniel Rivera, obispo auxiliar, misionero del Espíritu santo, ( falleció el día 18 de enero en un hospital del Sector Salud) y los demás sacerdotes que lo han requerido se brinda a través de los hospitales del sector de salud, aquellos hospitales privados que están en el convenio establecido por las autoridades gubernamentales y los hospitales temporales (Espacios transformados para la atención de pacientes Covi-19)
La decisión de que los obispos y sacerdotes requieran la atención médica por Cobi-19 en dichos hospitales la ofrecemos ante la situación económica que vive la iglesia en todo el país y en comunión y solidaridad con lo que viven miles de mexicanos durante esta Pandemia y a los que acompañamos mediante nuestra oración diaria.
Aquellos obispos y sacerdotes, contagiados de Cobi-19, que deseen llevar el seguimiento de su enfermedad a través de otros medios, pueden hacerlo, con recursos propios o de apoyos que puedan otorgarles las personas allegadas a ellas.
En el caso del cardenal Norberto Rivera, el cardenal Carlos Aguiar designó a un sacerdote que ha estado desde un inicio pendiente de las necesidades de nuestro arzobispo emérito.
El cardenal Norberto Rivera tomó la decisión de recibir la atención médica en el sector privado.
Ofrecemos nuestra oración constante por la pronta recuperación del Cardenal Norberto Rivera. Pedimos a santa María de Guadalupe que lo proteja en su cariñoso abrazo durante esta difícil situación por la que está viviendo y dé fortaleza a su familia.” ( Lo subrayado es mío)
Parece muy claro el comunicado en todos los sentidos y desmonta al cien por cien esas acusaciones tan graves que brotan -desgraciadamente- en el seno de la misma iglesia mexicana.
La archidiócesis ayuda sin paliativos a todos los sacerdotes que atraviesan circunstancia penosas por el Cobi-19 pero en las mismas circunstancias que viven y sufren el conjunto de los mexicanos, pero si alguien opta por una asistencia privada cuyo tratamiento puede llegar a costar, aproximadamente, hasta los 200.000 euros, es lógico que la Archidiócesis no pueda hacerse cargo de ello. Si de algo debe dar ejemplo la iglesia, en estos tiempos difíciles para todos, es de pobreza y solidaridad.
No sea que acaben diciéndonos: “Una cosa es predicar y otra, dar trigo”
Y a don Carlos le diría desde mi lejana cercanía lo que don Quijote dirigiéndose a Sancho : "Ladran, luego cabalgamos"
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