El Prefecto de la Congregación para el Clero, Cardenal Hummes, clausuró el congreso internacional sobre el ser sacerdotal de Comillas
En su conferencia de clausura “La Eucaristía y la Palabra en la vida del sacerdote”, el Cardenal Hummes, que había sido presentado por el Presidente de la Comisión Episcopal del Clero y Obispo de Huelva, José Vilaplana, manifestó que “el presbítero, cuando escucha la palabra de Dios como discípulo, debe escucharla con la responsabilidad de un discípulo especial, que es también cabeza y pastor de los discípulos de Cristo”. “Sin este discipulado especial –continuó–, es difícil al sacerdote descubrir y vivir el verdadero sentido de su sacerdocio. En modo particular, la cultura post-moderna, urbana y secularizada, relativista y en algunas ocasiones nihilista, puede contagiar a los sacerdotes, por el hecho de que rechaza toda trascendencia y quiere hacer creer que la vocación sacerdotal es totalmente anacrónica, sin fundamentos, retrógrada y hasta irracional. El presbítero puede sentirse como engañado por la vida y puede perder el verdadero sentido de su vocación y de su misión. En el fondo, su misma fe viene cuestionada”.
El presbítero debe tener siempre una actualizada formación exegética y teológica, añadió el Prefecto de la Congregación para el Clero. “La formación intelectual en los seminarios y la formación permanente de los presbíteros no pueden debilitarse. Es más, la sociedad post-moderna contraria a la religión pide siempre una más profunda formación de los presbíteros, sea acerca de una mayor profundidad exegética-teológica de la fe, sea acerca del conocimiento de la misma cultura actual y de sus aperturas posible hacia un diálogo entre fe y razón, entre fe y ciencia, o a cerca de la metodología misionaria-pastoral”.
Agregó el Cardenal Hummes que la forma de vida eucarística debe marcar de modo particular la vida sacerdotal no sólo en el sentido de perseguir un mayor conocimiento teórico de Dios, sino de vivir una experiencia viva y profunda de Él. “Faltando esta experiencia, el sacerdote encontrará enormes dificultades para vivir su vocación y misión”. “La predicación –dijo– es primaria, insustituible y siempre urgente en el ministerio del presbítero. Sin duda, hoy en día, los medios y los métodos deben abrirse a las nuevas tecnologías de la comunicación. Pero permanece siempre la necesidad de predicar. Se sabe, además, que la mejor manera de comunicar con el otro es mediante el encuentro personal en la inmediatez del contacto interpersonal”.
El Cardenal Hummes terminó sus palabras augurando una grande y preciosa contribución del congreso a los presbíteros, en el contexto del Año Sacerdotal, para la renovación de su conciencia de identidad y de su fervor ministerial.
Al termino de la sesión, el Decano de la Facultad de Teología, de Comillas, Gabino Uríbarri, SJ, al referirse al trabajo de los centros de enseñanza eclesiásticos, afirmó, que “nuestra labor consiste en contribuir a formar a nuestros alumnos la inteligencia y la apropiación personal de la fe de la Iglesia, que es una forma de ministerio de la Palabra peculiar, a través del estudio, la reflexión y la puesta en diálogo de las Escritura y la tradición con el pensamiento y la cultura actual”.
“Este congreso –indicó Uribarri– nos estimula a continuar y reforzar este estilo de trabajo, al que la implantación de Bolonia nos obliga, y a continuar con nuevo impulso y fervor nuestra tarea ministerial, como facultad, al servicio de aquellos a quienes los obispos, los superiores y superioras religiosas nos confían, y los laicos que confían en nosotros, y considerarla como esa parte de la viña del Señor que Él mismo nos encomienda a nuestro cuidado”.
El congreso se clausuró con una Eucaristía presidida por el Cardenal Hummes concelebrada con los prelados José Vilaplana y Juan María Uriarte, Obispo emérito de San Sebastián, que había intervenido también en las sesiones como ponente; el Provincial de Castilla de la Compañía de Jesús y Vice Gran Canciller de la universidad, Juan Antonio Guerrero Alves, SJ, y el Vicerrector de Investigación, Desarrollo e Innovación, Julio Martínez, SJ.