Monjas que hacen deporte, 500 mascarillas diarias y dulces caseros Baloncesto en el convento de clausura de San Leandro de Sevilla
“Las canastas y los balones fueron un regalo de la selección de baloncesto”, dice la madre superiora
Una vez que terminan su labor de costura, las mascarillas se colocan en bolsas asépticas, y se llevan a asilos, comedores sociales o fuerzas de seguridad
| EFE
Las monjas de clausura del convento de San Leandro de Sevilla han encontrado en el baloncesto una forma de llevar lo mejor posible el doble confinamiento en el que viven y han cambiando su rutina diaria de elaboración de dulces casero por la confección de mascarillas para ayudar en la lucha contra el coronavirus.
Así se refleja en un vídeo que publica hoy eldiario.es/andalucia, en el que se ve a las monjas, sobre todo procedentes de Kenia y Tanzania, jugando al baloncesto en una improvisada cancha en el patio del convento, donde emplean sus pocos ratos libres entregadas al deporte de la canasta. “Las canastas y los balones fueron un regalo de la selección de baloncesto”, dice la madre superiora. “Todas nos ponemos a jugar en el tiempo de descanso. Eso no me lo quita nadie aunque tenga 80 años”, añade una de ellas.
Como se explica desde el convento, al ser una congregación de clausura total pueden reunirse en el patio para realizar esta actividad, o incluso coser las mascarillas juntas en una sala, ya que no tienen contacto alguno con el exterior del convento.
Al frente del convento se encuentra sor Natividad, que, cuando comenzó el confinamiento el pasado 13 de marzo, pensó en que podían ayudar a la lucha contra el COVID-19 dejando de elaborar durante unas semanas sus conocidas yemas y ahora cosen coordinadas unas 500 mascarillas diarias. Una vez que terminan su labor de costura, las mascarillas se colocan en bolsas asépticas, y se llevan a asilos, comedores sociales o fuerzas de seguridad, de modo que las usen todas las personas que las necesiten en estos días.