Pese a la crisis por la pandemia, el IOR mantiene depósitos por más de 5.000 millones de euros Con inversiones "éticas", el Banco Vaticano ganó más de 36 millones de euros en 2020
La entidad financiera que cuenta con 107 empleados en su sede única dentro del Vaticano, cerró 2020 con 5.000 millones de euros en depósitos de sus 14.991 clientes, un leve descenso frente a los 5.100 millones informados un año antes
El banco continuó con su "máximo compromiso de garantizar la plena y continua adhesión a los principios y a la doctrina social de la Iglesia Católica en todas sus actividades operativas y, en particular, de forma prioritaria, en los procesos de gestión y en las políticas de inversión del patrimonio propio y de los de sus clientes"
Hernán Reyes Alcaide, corresponsal en el Vaticano
Pese a la crisis mundial de la pandemia, y con un horizonte que nunca abandonó la "ética católica" en sus inversiones, el Instituto para las Obras de Religión (IOR), conocido como el "Banco del Vaticano", anunció hoy una ganancia de 36,4 millones durante 2020, al tiempo que cerró el balance del año pasado con depósitos por más de 5.000 millones de euros.
Según cifras oficiales dadas a conocer este viernes, la entidad financiera que cuenta con 107 empleados en su sede única dentro del Vaticano, cerró 2020 con 5.000 millones de euros en depósitos de sus 14.991 clientes, un leve descenso frente a los 5.100 millones informados un año antes.
"En 2020, un año especialmente difícil para la economía mundial, el Instituto siguió garantizando servicios financieros de calidad al Estado de la Ciudad del Vaticano y a la Iglesia católica presente en todo el mundo", destacó hoy el IOR en un comunicado en el que dio a conocer su balance del año pasado.
Por otro lado, de acuerdo al balance dado a conocer hoy, el IOR tuvo ganancias de 36,4 millones de euros en 2020, un leve retroceso frente a los 38 millones de 2019.
Según el IOR, sus ingresos se basan en un "proceso de inversión risk-based y coherente con la ética católica aplicado a la gestión de sus activos".
En 2020, el banco continuó con su "máximo compromiso de garantizar la plena y continua adhesión a los principios y a la doctrina social de la Iglesia Católica en todas sus actividades operativas y, en particular, de forma prioritaria, en los procesos de gestión y en las políticas de inversión del patrimonio propio y de los de sus clientes", según el Vaticano.
Durante 2020, el IOR siguió reforzando el equipo de directivos y "aumentó las inversiones en IT, incluido un programa de desarrollo para aumentar la resiliencia de la infraestructura tecnológica y reducir los riesgos de IT.", se informó.
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