Llegaron a la diócesis andaluza en el siglo XVIII, como regalo del entonces Papa Pío VI La Catedral de Jaén custodia los restos del papa Pío I
Entre los grandes tesoros que guarda y custodia la Catedral de Jaén pasa desapercibido uno. Se trata de los restos del Papa San Pío I
Se custodian en un hermoso sarcófago en la capilla de San Eufrasio, levantada en honor al primer obispo de la Diócesis
(Diócesis de Jaén).- Entre los grandes tesoros que guarda y custodia la Catedral de Jaén pasa desapercibido uno. Se trata de los restos del Papa San Pío I. Se custodian en un hermoso sarcófago en la capilla de San Eufrasio, levantada en honor al primer obispo de la Diócesis.
Llegaron a Jaén en el siglo XVIII, como regalo del entonces Papa Pío VI al Obispo de Jaén, D. Agustín Rubín de Ceballos, Inquisidor General, miembro del Consejo de Carlos III y uno de sus albaceas testamentarios. Este Obispo fue el que costeó el retablo y demás enseres de la capilla donde se encuentran las reliquias de este santo Papa.
San Pío I sucedió a San Higinio en la cátedra de San Pedro. El «Liber Pontificalis» afirma que era hijo de un tal Rufino, originario de Aquilea. El «Canon de Muratori», importante documento de hacia el año 200, contiene la siguiente referencia: «…Pero el Pastor fue escrito por Hermas en la ciudad de Roma bastante recientemente, en nuestros propios días, cuando su hermano Pío ocupaba la silla del obispo en la iglesia de la ciudad de Roma…»; ésta es la tradición que recoge el actual Martirologio Romano, y que también estaba apuntada en el mismo Liber Pontificalis. Si tal parentesco es cierto -como muy posiblemente lo es-, san Pío había sido seguramente eslavo, como Hermas.
Pontificado acosado por las herejías
Durante su pontificado, se vio turbada la paz de la Iglesia por las herejías de los valentinianos y de los marcionitas. San Pío se opuso enérgicamente a ellas, pero el verdadero paladín de la lucha fue san Justino, mártir, que se había convertido del judaísmo y se hallaba en Roma por aquella época.
San Pío consagró a doce obispos y ordenó a dieciocho sacerdotes. Según se dice, transformó las Termas de Novato en iglesia, allí mismo hizo construir, bendijo y consagró con sus manos, una fuente bautismal, donde «multos uenientes ad fidem baptizauit in nomine Trinitatis»
En la reciente fiesta de San Benito, patrón de Europa, en la Catedral de Jaén se le ha recordado durante la Eucaristía de las 9, presidida por el Canónigo fabricano de la Catedral, D. Rogelio de Jesús Garrido Checa. Al finalizar la celebración, se han incensado los restos de este papa santo cuyas reliquias custodia, con honor, nuestra catedral.
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