El Arzobispado esperará "un tiempo" antes de proceder a la excomunión Punto muerto en el cisma de Belorado: ni Iceta habla con las clarisas, ni las clarisas con él
Sobre la excomunión de las monjas: "El arzobispo tiene que darles a ellas la posibilidad de retractarse de lo que han dicho, porque la excomunión es personal"
El Arzobispado envió un burofax el viernes por la tarde a tanto Pablo de Rojas como a José Ceacero. Se realizó por burofax postal porque la diócesis no tiene un correo electrónico para enviarles uno electrónico "y se les remitió con la prohibición de entrada y de permanencia en el monasterio"
| Julio César Rico
(Burgos Conecta).- El arzobispo de Burgos, Mario Iceta, no ha contactado aún con las religiosas del monasterio de La Bretonera de Belorado, ni las monjas con él. Fuentes del Arzobispado han confirmado que Iceta sigue concediendo a las exclarisas cismáticas «un tiempo», porque «los tiempos de la Iglesia son como son y nadie se quiere precipitar dado que ahora mismo está en manos de los servicios jurídicos».
El Arzobispado envió un burofax el viernes por la tarde tanto a Pablo de Rojas como a José Ceacero. Se realizó por burofax postal porque la diócesis no tiene un correo electrónico para enviarles uno electrónico «y se les remitió con la prohibición de entrada y de permanencia en el monasterio».
A ese requerimiento «no han respondido», reconoce la archidiócesis. Por su parte tampoco han recibido aún en la Casa de la Iglesia la denuncia presentada en la Comisaría de Policía Nacional de Logroño, y ratificada en el Juzgado de Burgos, por parte de las religiosas, Pablo de Rojas y José Ceacero.
De hecho, ya hay una excomunión 'latae sententiae', la de la propia abadesa Laura Gil de Viedma -sor Isabel de la Trinidad en el convento-. Lo único que quedaría es que «en todo caso, el arzobispo emitiera un decreto», confirman las fuentes, que oficializara lo que el Derecho Canónico expresa.
Con el resto de las exclarisas, se está a la espera de que Iceta pueda, de alguna manera, comunicarse con ellas, que han mostrado una total cerrazón a entrevistarse con quien ahora tiene el mando sobre el convento. «El arzobispo tiene que darles a ellas la posibilidad de retractarse de lo que han dicho, porque la excomunión es personal».
Para que ellas se puedan retractar primero tiene que haber una comunicación con ellas que en el momento no es posible; cuando se produzca esa comunicación se les dará un plazo». Si no se retractan, se publicaría ese decreto «pero todavía no estamos en ese punto», aclaran estas fuentes. En la archidiócesis se sigue «confiando e intentando la vía del diálogo».
Para Iceta, todas las vías -canónica, jurídica y el diálogo- están sobre la mesa. Todas las posibilidades «van hiladas»
Si desde el arzobispado se consigue «hablar con las monjas, que ellas se manifiesten de alguna manera a su parecer», podría desbloquearse el asunto de la presencia de De Rojas y Ceacero «que dicen que están allí porque están invitados por ellas».
De momento, la única acción ejercida por la autoridad de Iceta, conferida por Roma es «enviarles el burofax» para cuya respuesta no se ha determinado tiempo alguno.
Etiquetas