Un cuento navideño entre la Virgen y Magdalena Los ángeles del Señor anunciaron a María
Dirigí hace unos años un curso sobre Lc 1 y puse como examen una prueba de síntesis. Una alumna escribió una historia "especial": una conversación entre María, madre de Jesús, y Magdalena, que fue a visitarla tras la crucifixión de Jesús.
Magdalena había sido violada por siete soldados romanos y “condenada” después a la prostitución. Pero Jesús la recibió en su grupo y le pidió que tras su muerte en cruz fuera a contar su historia a María, en Nazaret.
Esto fue lo que me escribió la alumna, hoy colega NN, dándome permiso para publicarlo con las modificaciones que quiera, pero sin poner su nombre. Así lo hago, con admiración y gratitud. Gracias NN. Seguimos en contacto
Esto fue lo que me escribió la alumna, hoy colega NN, dándome permiso para publicarlo con las modificaciones que quiera, pero sin poner su nombre. Así lo hago, con admiración y gratitud. Gracias NN. Seguimos en contacto
| NN y Xabier Pikaza
Magdalena: Ya conoces mi historia. He quedado tranquila al contártela. Sé que algunos me han condeno como prostituta. Pero he visto que tú me has comprendido y que me quieres.
María: Te comprendo y te quiero. Gracias por haber venido. Las dos queremos a Jesús…Mi historia comenzó también de un modo extraño y doloroso -dijo Myriam. En algunos detalles se parece a tu caso.
Magdalena: Algo me ha dicho Jesús. Pero me pidió que viniera a conversar contigo, que tú me la contarías mejor.
María. No tenía más que doce o trece años, me iban a casar con José, al que ya quería; estaba muy ilusionada. Pero pasaron siete ángeles soldados, por la sinagoga, y muy pronto me casé con José y nació Jesús.
Magdalena, - No conocía ese tema de los ángeles. Había oído hablar sólo de un ángel llamado Gabriel. Pero hay también gente que dice que Jesús es hijo “irregular”, perdona la palabra… que no es como los otros.
María- Tienen razón, no es como los otros. Es hijo mío… Pero yo he sabido siempre que es hijo de Dios, por lo que me dijeron los siete ángeles y, sobre todo, porque es hermano y amigo de todos
…
Magdalena. Eso lo sé yo también, porque tu hijo Jesús ha sido y sigue siendo mi amigo. Tiene que venir de Dios porque es distinto de todos, porque nos quiere y nos conoce por dentro, como si viviera dentro de nosotros, dándonos su vida. Por su amor he vivido.
María- Tienes razón, apenas le conozco. Siendo hijo mío apenas le conozco, es un enigma para mí. Le recibido como don de Dios, le he llevado en seno, le dado a luz y le educado con un amor más grande que mi propia vida… Sé muy bien que es mío, por ley, por amor, siendo de esa forma hijo de Dios, que es la Vida de todo lo que vive.. Cuando dice que viene el Reino de Dios, sé que está anunciando y preparando su llegada para todos los hombres. Él lo sabe por experiencia interior, por un tipo de contagio de vida, por unión con Dios No sé cómo puede sentirlo, vivirlo, y decirlo, pero estoy segura de que así lo decía, como lo está sintiendo... Pero muchos no quieren entender, no entienden, y por eso le han perseguido y han terminado matándole
Magdalena. Es así, como tu dices María. Por haber sido violada y prostituida, he conocido mucho la vida de los hombres…. No he hecho otra cosa que conocerles y sufrirles...Pero sólo Jesús me ha enseñado lo que es la vida de Dios, la vida verdadera de los hombres y mujeres, pues él dice que siendo muy distintos somos muy iguales
María:- Jesús quiere un mundo donde los hombres como José, mi esposo, no tengan que morir de cansancio, ni los niños como su hermana Magdalena, de hambre. Quiere un mundo en el que cada uno vivamos en la vida de los otros, por amor. No puedo entender todavía lo que pasó en su concepción, no lo he comprendo todo, aunque sé que allí estaba Dios, hablándome al corazón, transformándome por dentro… aunque yo sólo pudiera entender lo que pasaba en forma de parábola, como las parábolas que nos contaba Jesús.... Pero no sólo Jesús, con imágenes y figuras nos hablaba nuestro el rabino antiguo de Nazaret y a veces el sacerdote de Séforis, cuando venía a vernos. No sé si sabré decirlo, no tengo palabras para explicarlo.
Magdalena–. No puedo obligarte; pero si quieres puedes contarme algo trance de su concepción. Jesús me decía que tenías que haber estado en pasmo...No logro imaginarme.
María.– Algunos le llamaban y le seguirán llamando bastardo, ilegítimo, queriendo humillarle, y humillarme, como si fuera un insulto. No saben lo que dicen, pues todos los niños son legítimos de Dios. Lo sé por mi historia, es decir, por la suya. Él es hijo mío, es hijo de José por ley de adopción y por amor, es hijo de Dios, que es la Vida de su vida. Pero algunos no quieren entender, no entienden, lo perturban todo.
Yo era casi niña y apenas sabía cómo nacen los niños. Pero pedía a Dios que llegara el Hijo de su Promesa… Ya sabes, aquí somos nazoreos, porque nuestros abuelos vinieron de Belén, ciudad de David, y porque esperamos la llegada del Cristo, a quien llamamos igualmente Nazoreo, de la estirpe o nezer de David. También yo esperaba la venida de ese nezer y quería que naciera en mis entrañas, y por eso me desposé ilusionada con José al que, por otra parte, amaba con toda mi alma. Estoy convencida de que Dios escuchó mi oración, mi deseo de ser madre de su Cristo, aunque nunca he logrado saber totalmente la forma en que Dios quiso que su hijo Jesús en mis entrañas.
Magdalena- A Dios sólo podemos conocerle por amor… sólo podemos concebirle en la entraña de nuestra vida, no por leyes ni teorías, sino por amor y simpatía de corazón.
María - Así es como yo imaginé y entendí su concepción, conforme a las historias de Dios que nos contaba el rabino del pueblo, con signos y palabras de libros antiguos, que yo no he leído, pero que dicen que fueron escritos por profetas y sabios como Isaías y Henoc.
Magdalena, - Mi padre leía esos libros y nos contaba esas historia, antes de que Herodes Antipas le matara, antes que a mí me violaran y me prostituyeran los soldados. Yo también he conocido historias como esas… Por desgracia, yo también conozco relatos que pueden parecerse al tuyo, pero no de ángeles de Dios, sino de soldados violentos de este mundo que matan a niños y violan a mujeres.
María- Así entenderás mejor lo que te digo. Yo sólo sé que Jesús ha sido mío, siendo de todos, que le concebí por obra y gracia de Dios, en unos tiempos difíciles de guerras, que es hijo mío y que José lo aceptó y adoptó como suyo, siendo hijo de Dios. Así se lo dije a Jesús, cuando fue haciéndose mayor, y me respondió que ya lo sabía; por eso afirmaba que Dios es su Abba, su Padre y que todos somos hijos de Dios, siendo hermanos suyos, de forma que debemos querernos unos a los otros .
Magdalena- Eso me lo dijo también a mí, cuando vio que estaba embarazada, aunque perdí luego a mi hijo. Me lo hicieron abortar, como te he dicho… Le conté mi estado y me respondió: Tú hijo es de Dios, no ha sido concebido por violación de hombres, sino por amor de Dios. No podrán matarle aunque hagan que abortes. Dios le recibe en su vida si le matan.
María. - Es así, Magdalena. Por eso, Jesús decía dice que todos los niños son hijos de Dios, hermanos suyos.
Magdalena. - Así lo comprendí cuando fui a verle llorando, después que me hicieron abortar... y le dije que quería morir. Él me pidió con lágrimas en los ojos que viviera y me recibió en su grupo… Entonces, cuando mataron a mi hijo en mi vientre, sentí que él, Jesús, era mi hijo, y que empezó a vivir en mí, dándome fuerzas para seguir día en el camino. Y ahora que él ha muerto… y tú me has contado la historia de su nacimiento sé que podré seguir con él dentro de mí como resucitado y contigo como amiga… y madre. No hace falta que me cuentes más cosas.
María - Gracias por creerme, sé que no necesitas más… Pero te lo quiero contar. Hubo por entonces en Nazaret cosas extrañas, que no fueron quizá de la forma en que yo las digo. Pero así las he imaginado. No me creas si te parece imposible lo que voy a decirte, ahora, o quizá mejor mañana.... Perdóname, si lo cuento de un modo borroso. Unas veces siento aquellas cosas de una forma, otras de otra. Pero siempre, en el fondo, se trata de lo mismo: Dios vino a visitarme y José aceptó, acogió y amó a Jesús como hijo suyo.
-Magdalena. Jesús me ha dicho que fue en los últimos años de Herodes el viejo, años terribles, de violaciones sin fin, de asesinatos...
- Sí, fue en los últimos años de Herodes el Grande, cuando pasó por aquí una patrulla de ángeles (o así creímos), llevando al parecer un mensaje parece amenaza de Procurador romano de Siria para el rey de Judá- Venían con caballos blancos. Eran siete, los contamos bien, y se pararon en la plaza de la sinagoga.
Magdalena.- Me recuerdan a los siete soldados de Herodes Antipas el Joven que me llevaban presa para encerrarme en el prostíbulo del Cesar, en Cesarea. Se pararon ante la sinagoga de la fuente… de Caná de Galilea...
María - Era la víspera de Pascua y yo estaba en Nazaret, aquí mismo, junto a esta casa. Los más ricos habían ido a Jerusalén, para celebrar la fiesta. Quedábamos en el pueblo los pobres. Yo estaba desposada con José, y queríamos casarnos pronto Pero llegaron los ángeles al anochecer y decidieron pernoctar en la sinagoga. Nos juntaron en la plaza. Algunos, al verlos empezaron a decir: Vienen del monte Hermón, son demonios violadores: Azazel, Belial… Otro dijo: Son los siete pueblos cananeos opresores de nuestra tierra: hititas, jebuseos… (cf. Dt 7, 1). Algunos replicaron: Son romanos, las siete legiones mayores del Imperio: Hispana, Gálica, Germana. Pero otros juraron diciendo que eran espíritus buenos, montados en caballos blancos, arcángeles, mensajeros de Dios: Gabriel, Rafael, Uriel… Fueran quienes fueren, se pararon en la plaza y entraron en sinagoga para pernoctar, diciendo: - Es la casa de Dios, y aquí quedamos, somos su familia.
Como signo de seguridad, y servicio pidieron que viniera una muchacha casadera. Nos sacaron a la plaza y me escogieron, llevándome a la sinagoga. (seguirá)
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