Ciudad Nueva publica "Amor y conversión en San Agustín" 'Echó a volar sobre sí su propia alma'
"Sobra con atender a los medios de comunicación, o con mirarnos y analizarnos a nosotros mismos, para dudar, al menos, de la veracidad de las palabras “agustinianas” de que “no existe nadie que no ame…”".
San Agustín, muchas veces considerado "el primer hombre moderno", nos invita a ser cristianos conscientes en este libro cuya autora es Tamara Saeteros.
De “angustia existencial” son sobradamente merecedores de ser catalogados los tiempos en los que vivimos y somos en la actualidad. Por lo que, de exageraciones, nada de nada. Sobra con abrir los ojos y prestarle atención a lo que nos informan los medios de comunicación, o con mirarnos y analizarnos a nosotros mismos, para dudar, al menos, de la veracidad de las palabras “agustinianas” de que “no existe nadie que no ame…”.
Y con tal panorama, la editorial “Ciudad Nueva” –CN- oportunamente coloca al alcance de nuestras manos la reconfortante posibilidad de leer el nuevo título de su “Colección Estudios” -376 pp.-, bautizado con el sacrosanto nombre de “Amor y conversión en san Agustín”.
Publicado bajo el patrocinio de la Universidad “Sergio Arboleda”, de su fervorosa, docta y bien documentada autora, me conformo con destacar que es “doctora en Filosofía Contemporánea y Estudios Clásicos por la Universidad de Barcelona con una tesis sobre san Agustín de Hipona, siendo sus áreas de especialidad docente la filosofía antigua y medieval a la que ha dedicado numerosas investigaciones”. Del contenido del libro son síntesis aproximada estas palabras:
“Nos has hecho para ti y nuestro corazón está inquieto hasta que descanse en ti”. Toda la doctrina agustiniana sobre creación, conversión y formación se condensa en esta frase. Dios creador llama al Amor, ha hecho a su criatura para Él y por eso no cesará de buscarlo. Gracias a esta añoranza, su corazón siempre está inquieto, oscilante entre la aversión y la conversión. Un movimiento que encontrará aquietamiento en la paz del sábado, por la cual el amor recibido ha suscitado amor y ha devuelto amor configurador. En el final de los días de la creación se contempla el Amor: la criatura y su Creador”.
'Un movimiento que encontrará aquietamiento en la paz del sábado, por la cual el amor recibido ha suscitado amor y ha devuelto amor configurador'
Además de amoríos, y muy por encima de ellos, san Agustín sabía y sigue sabiendo mucho de amor y de amores de verdad. Es decir, de lo que es obligado escribir con todas sus letras mayúsculas. “No existe nadie que no ame”, tal y como con agudeza observa el santo de Hipona, que posteriormente en lenguaje tomista habría de enunciarse como “todo agente obra por un fin”, con remembranzas cristológicas, pero que el hijo de santa Mónica había definido que “se le da el nombre de fin porque lo demás o esperamos por Él y a Él, y no por otro que por sí mismo”.
De san Agustín se ha afirmado repetida y autorizadamente que fue y es el primer “hombre moderno”. Por ello, y por tantas otras razones, es recomendable dedicarle el tiempo que haga falta a la lectura del libro de la doctora Tamara Saeteros, e intentar encarnas sus capítulos en nuestras ideas, actividades y comportamientos.
¿Nos decidimos, por fin, no a aparentar, sino a ser de verdad y como personas y cristianos conscientes, a aspirar a conseguir el honroso diploma de ser y ejercer de “hombres modernos”? “Echó a volar sobre sí su propia alma y se acercó a Dios…”. Pero para tan augusto y agustiniano menester, siempre harán falta alas…¿Lo sabías?
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