La misión digital en la Iglesia, en palabras de la monja tuitera Xiskya Valladares: Misioneros digitales, “acompañar a los que no están en la Iglesia, a los bautizados que se fueron”
“Nuestro mundo ha cambiado, ya no es lo que hace 20 años era, la misión es distinta”
Xiskya Valladares hizo hincapié en tener claro la necesidad de “samaritanear”, recordando lo que la dijo el Papa en la Primera Sesión de la Asamblea: “sé la ternura y la misericordia de Dios para todas esas personas”
“La sinodalidad es mucho más que cambiar estructuras, cambiar cosas hacia fuera, la sinodalidad supone un cambio de actitud interior, una conversión personal”
“La sinodalidad es mucho más que cambiar estructuras, cambiar cosas hacia fuera, la sinodalidad supone un cambio de actitud interior, una conversión personal”
Luis Miguel Modino, enviado especial al Sínodo de la Sinodalidad
La importancia de la misión digital en el contexto de la misión de la Iglesia fue el tema abordado por la Hna. Xiskya Valladares en la rueda de prensa celebrada en la Sala Stampa este 4 de octubre. La religiosa nicaragüense afincada en España, “la monja tuitera”, como la presentó Cristiane Murray, subdirectora de la Sala Stampa de la Santa Sede, recordó que participa de la Asamblea Sinodal por designación pontificia, presentándose como religiosa y misionera digital, como alguien que lleva muchos años colaborando en la misión digital, trabajando con “la Iglesia te escucha”.
Un mundo que ha cambiado
Partiendo de la pregunta que marca esta Segunda Sesión de la Asamblea Sinodal: ¿Cómo ser una Iglesia sinodal en misión?, resaltó que “nuestro mundo ha cambiado, ya no es lo que hace 20 años era, la misión es distinta”, y que ante el cambio tecnológico y la Inteligencia Artificial, “la Iglesia no puede quedarse atrás”. Ante el llamado de Francisco de ir a todos, todos, todos, Xiskya destacó que “el 65% de la población mundial transitas las calles digitales”. Recordó el trabajo que realizan desde que comenzó el Sínodo, “para que la Iglesia comprenda que la sinodalidad y la misión de la Iglesia está en los ambientes digitales como un aspecto más de la misión”.
La religiosa habló sobre los encuentros con misioneros digitales de 67 países, donde se ha puesto de manifiesto el nacimiento del carisma del misionero digital, “que está sintiendo la vocación fuerte a acompañar a los que no están en la Iglesia, a los que fueron bautizados y se fueron, pero siguen sintiendo una inquietud por la verdad, por el amor de Dios, y que a veces incluso caminan heridos por el mundo, también por sus malas experiencia con personas de Iglesia”, insistiendo en que la misión es para el mundo de hoy y no para el mundo de hace 20 años, para lo que es necesario discernir el cómo.
Xiskya Valladares hizo hincapié en tener claro la necesidad de “samaritanear”, recordando lo que la dijo el Papa en la Primera Sesión de la Asamblea: “sé la ternura y la misericordia de Dios para todas esas personas”, recordando las historias que cada día escucha de personas heridas, que buscan a Dios, que quieren empezar a rezar, que quieren recuperar valores evangélicos y muchos que no han oído todavía el nombre de Jesús.
Mayor conciencia en la Iglesia sobre la misión digital
La misionera digital, ante la misión de la Iglesia en el mundo digital, afirmó que “hay que aprender todavía, pero cada vez más está surgiendo la conciencia de la necesidad”, señalando que depende de las regiones y países, destacando que América Latina lo tiene muy presente, siendo creadas en las conferencias episcopales para la misión digital y los misioneros digitales se están organizando, algo que falta en Europa. La religiosa cuenta cómo en la Asamblea Sinodal muchos obispos le expresan la importancia de lo que hacen. Insiste en que “el año pasado era una novedad la misión digital, este año no es una novedad y se está deseando que podamos hacer algo, porque estamos perdiendo a muchos jóvenes, muchas generaciones que ya no van a las parroquias”.
Igualmente, sobre la polarización en las redes sociales, afirmó que “la sinodalidad es mucho más que cambiar estructuras, cambiar cosas hacia fuera, la sinodalidad supone un cambio de actitud interior, una conversión personal, y en ese sentido, no es algo que se va a dar de inmediato, no es algo rápido, el fruto de este Sínodo lo empezaremos a ver años después de que termine”. Eso porque “es mucho más profundo que cambiar leyes, que cambiar estructuras, hay que cambiar corazones”. Xiskya recordó el llamado del Papa a vivir con esperanza en un mundo muy difícil en el están prevaleciendo relaciones tóxicas, incluso dentro de la Iglesia.
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