Blanco Vega 1. LA ZARZA ARDIENDO
Cierra Luis Alondo Schökel el prólogo del florilegio con la siguiente propuesta, a la que nos adherimos: "Y ahora que tenemos el primer volumen, poemas de tema religioso, esperemos el segundo, que reúna poemas de tema no explícitamente religioso." Ojalá, después de ocho años de su definitivo encuentro con el Dios de la Vida, se pudieran conocer y disfrutar sus otros versos que, aunque no sean específicamente confesionales, serán, sin duda, de honda inspiración cristiana.
A lo largo de varios días tenemos la intención de subir a nuestro escaparate de buena poesía alguno de sus trabajos líricos. Iniciamos hoy la galería con un bíblico título, central en la espiritualidad judeocristiana, "La zarza ardiendo": se nos presenta también hoy el Señor en el sacramento de objetos y circunstancias mediadoras de su Amor y su Providencia que, si no estamos atentos, dejaríamos escapar en el acelerado bullir de cada día.
¿DE VERAS HABLA EL FUEGO...?
LA ZARZA ARDIENDO
¿De veras habla el fuego?
¿Arden las zarzas como si estuvieran dispuestas
a mantenerse en llamas por los siglos?
Por un momento,
creí que el monte ardiendo descendía
buscándome la ropa en remolinos
para hacerme entender entre sus lenguas
las sílabas de Dios.
Pero, si bien oía,
eran palabras tan reconocibles
como si las hubiera sacado una por una
de mi zurrón oliendo a pan y a fruta.
Podría rimarlas en cantares
donde dijera: pueblo, libertad, cadenas,
dolor, esclavitud, gemido, antiguas quejas
que circulaban por el ghetto sombrío
y ahora encendían mi memoria
con un fragor de fuego propagado.
Fui al Faraón y repetí palabras
que se erguían de pronto como cobras esbeltas
ante los ojos crueles.
Con estupor oía yo mi lengua,
me andaba Dios al borde de la boca
juntando a mi palabra la prosodia del trueno.
Y aconteció que el Nilo se hizo sangre
y hubo cuchillos largos sangrando en las alcobas
y el mar se abrió como en mitad de un sueño
y el pueblo y yo lo atravesamos
como los sueños, sin hacer preguntas.
La otra orilla era cierta. Y empezaba la patria.
JOSÉ LUIS BLANCO VEGA
Compositor de himnos litúrgicos
1.La zarza ardiendo
LA ZARZA ARDIENDO
2.Amor a lo visible y El ángel mensajero
PORQUE SÉ QUE NACÍ PARA SALVARME...
EMBRIAGUEZ, de Dámaso Alonso
EL ÁNGEL MENSAJERO
3.Pusiste una herramienta en nuestras manos
ALFARERO DEL HOMBRE
TU PODER MULTIPLICA
4.Te está cantando el martillo
TE ESTÁ CANTANDO EL MARTILLO
SENTENCIA DE DIOS
5.Cántico del hermano sol
CÁNTICO DEL HERMANO SOL