Blanco Vega 2. AMOR A LO VISIBLE y EL ÁNGEL MENSAJERO
A ANTOLOGÍA POÉTICA de Blanco Vega contiene una sección que llama "Un título", y se refiere a "...y tengo amor a lo visible" de la portada del libro, que alude a la conocida octava real de Fray Pedro de los Reyes (siglo XVI) que así comienza: "¿Yo para qué nací? Para salvarme..." Y, aludiendo más adelante a la condenación, afirma: "Triste cosa será pero posible..." Refleja este autor una espiritualidad que pone el acento en un juicio final de terror, no de amor ("el día de la ira"). Para salvarse habrá que mortificar los sentidos, reprimir los deseos porque la carne es débil y el demonio astuto...
Con notable ingenio, el lírico asturiano, modificando ligeramente algún término, elabora un nuevo poema más acorde con una teología positiva del amor, la creatividad, el compromiso solidario... Reproducimos a continuación ambas octavas; la segunda, del escritor jesuita, entrecomillada, crea un sentido nuevo, más evangélico, para frases coloquiales como "río..., duermo..., quiero holgarme..., tengo amor a lo visible...."
DEJAR DE VER A DIOS Y CONDENARME...
¿Yo para qué nací? Para salvarme.
Que tengo que morir es infalible.
Dejar de ver a Dios y condenarme
triste cosa será, pero posible.
¿Posible, y río y duermo y quiero holgarme?
¿Posible y tengo amor a lo visible?...
¿Qué hago, en que me ocupo, en qué me encanto?
Loco debo de ser pues no soy santo.
"Porque sé que nací para salvarme
y tengo que morir – es infalible –,
porque dejar de verte y condenarme
sólo con otro dios será posible,
por eso río, duermo, quiero holgarme,
Señor, y tengo amor a lo visible.
Y sólo me pregunto en qué me encanto
cuando huyo de la vida por ser santo."
Y TENGO AMOR A LO VISIBLE...
Presentamos a continuación un hermoso poema de alegría de vivir escrito por Dámaso Alonso: "EMBRIAGUEZ". Borracho de gozo, recorrerá cada uno de los sentidos: oler, tocar, ver, oir, gustar. Y no faltarán a la cita de la vida ni la mujer ni el vino. Pero anhela más: un lago final donde embriagarse de Dios. Podría iluminar estos versos la historia de la ranita verde que tenía miedo a lanzarse al río Misisipí (en "El alma era lo mismo que una ranita verde", de Hijos de la ira). Una súbita tromba de agua arrastró a la ranita a la corriente, y a ella se entrega en mística fusión:
"... ¡Ay, Dios, / cómo me has arrastrado, / cómo me has desarraigado, / cómo me llevas / en tu invencible frenesí, / cómo me arrebataste / hacia tu amor! / Yo dudaba. / No, no dudo: / dame tu incógnita aventura, / tu inundación, tu océano, tu final, / la tromba indefinida de tu mente, / dame tu nombre, / en ti."
EMBRIAGUEZ
Me embriago de aromas. Qué delicia,
campo recién llovido castellano.
Qué embriaguez, tocar, tocar...: mi mano
febrilmente las cosas acaricia.
No se sacia la vista que se envicia
en color, embriagada, oh mi verano.
Embriaguez de oír: ruiseñor, piano,
mar, selva, viento, multitud, noticia.
Me embriago de mujer, dulce marea
como un vino, y de vino me embriago.
¡Vivir, vivir, oh dulce embriaguez mía!
¡Qué has de entenderme, turba farisea!
La ebriedad de mi sangre busca un lago
final: embriagarme en Dios un día.
De los 30 villancicos que contiene la antología, elegimos, para finalizar por hoy, uno simpático, provocador: un ángel pregonero se siente molesto sobrevolando la tierra cuando Dios se hace niño en un establo. Y aterriza en la cueva pidiendo que corten de sus alas algunas plumas para adecentar el aposento:
EL ÁNGEL MENSAJERO
Es nochebuena y no sé
qué hacer tan alto y en vuelo.
Cuando la gloria del cielo
pone pie a tierra, ¿por qué
no irá un arcángel a pie?
Trae las tijeras, zagal,
que hoy quiero que del metal
de tus tijeras presumas,
ven a cortarme las plumas
para barrer el portal.
JOSÉ LUIS BLANCO VEGA
Compositor de himnos litúrgicos
1.La zarza ardiendo
LA ZARZA ARDIENDO
2.Amor a lo visible y El ángel mensajero
PORQUE SÉ QUE NACÍ PARA SALVARME...
EMBRIAGUEZ, de Dámaso Alonso
EL ÁNGEL MENSAJERO
3.Pusiste una herramienta en nuestras manos
ALFARERO DEL HOMBRE
TU PODER MULTIPLICA
4.Te está cantando el martillo
TE ESTÁ CANTANDO EL MARTILLO
SENTENCIA DE DIOS
5.Cántico del hermano sol
CÁNTICO DEL HERMANO SOL