Tras 3 años de suspensión cautelar en el ejercicio del ministerio presbiteral Rafael Vez: "Los peores momentos, la prohibición de presidir la eucaristía"
"A todos debo agradecer su cercanía, su compañía, sus palabras de ánimo, su escucha, su magnánima generosidad, su oración constante por mí, su aliento, y también su generosa ayuda económica para ir solventando las diversas situaciones"
"Que Dios nunca me ha dejado abandonado, que he sentido su presencia y cercanía en la oración, en la celebración en solitario de la eucaristía, en la gente que me ha animado, ayudado, apoyado, alentado"
"El no haber podido acompañar a amigos y familiares en momentos sacramentales importantes. El no haber podido participar en la despedida ante la muerte de compañeros y amigos. El silencio, distancia y lejanía de los que conforman la curia diocesana"
"Nos queda seguir esperando con paciencia y serenidad la Sentencia del Tribunal Eclesiástico. Seguir luchando para que la verdad florezca"
"El no haber podido acompañar a amigos y familiares en momentos sacramentales importantes. El no haber podido participar en la despedida ante la muerte de compañeros y amigos. El silencio, distancia y lejanía de los que conforman la curia diocesana"
"Nos queda seguir esperando con paciencia y serenidad la Sentencia del Tribunal Eclesiástico. Seguir luchando para que la verdad florezca"
| Rafael Vez Palomino, presbítero de la Diócesis de Cádiz y Ceuta
Hoy se cumplen: 3 años = 36 meses = 156,3 semanas = 1.095 días = 26.280 h. = 1.576.800 m = 94.608.000 s. Y aún seguimos sumando…
A lo largo de todo este tiempo…
Me han acompañado dos abogados, expertos en Derecho canónico; dos abogados, expertos en Derecho Civil; una Graduada Social, varios familiares, algunos colaboradores, algunos de mis amigos, unos pocos compañeros en el ministerio sacerdotal, algunos conocidos… A todos debo agradecer su cercanía, su compañía, sus palabras de ánimo, su escucha, su magnánima generosidad, su oración constante por mí, su aliento, y también su generosa ayuda económica para ir solventando las diversas situaciones.
188 documentos fueron elaborados y enviados…
Dirigidos al Obispo Diocesano, al Tribunal Eclesiástico, al Tribunal de la Rota, a la Congregación del Clero, a la Congregación de Obispos, a la Secretaría de Estado, al secretario del papa, y al mismo Papa Francisco.
Casi dos mil quinientos folios conforman los diversos escritos y documentos adjuntos. Simplemente el iter del proceso, en el documento final de defensa, lo conforman 40 folios, donde se detalla todo lo que ha ido ocurriendo; y 27 folios conforman los alegatos de la defensa, de una acusación que quedó reducida en sus límites.
Los "mejores momentos" de este tiempo han sido…
Que Dios nunca me ha dejado abandonado, que he sentido su presencia y cercanía en la oración, en la celebración en solitario de la eucaristía, en la gente que me ha animado, ayudado, apoyado, alentado. Que he sentido la fuerza de la oración de quienes me han tenido presente en la suya. Que me han dado fuerza y ánimo las palabras y consejos recibidos. Que he disfrutado de la compañía y visita de familiares, algún compañero, y amigos. Que me he sentado a la mesa con algún compañero, amigos y familiares cercanos. Que nunca me he sentido solo. Que mantengo el ánimo y la esperanza…
Los "peores momentos" de este tiempo han sido...
La prohibición de presidir la eucaristía y, por ende, los sacramentos con una comunidad cristiana. Incluso cuando iba a participar, como un fiel más, en una comunidad cristiana me pidieron que, por favor, no fuera más. Al final el patio de mi propia casa, es el templo. El no haber podido acompañar a amigos y familiares en momentos sacramentales importantes. El no haber podido participar en la despedida ante la muerte de compañeros y amigos. El silencio, distancia y lejanía de los que conforman la curia diocesana. El haber tenido que abrir los ojos, y contemplar con tristeza, la calidad de algunos amigos, colaboradores, y compañeros. El no tener ninguna información de la Diócesis, parece que ya no existo.
Y ahora aún nos queda…
Seguir esperando con paciencia y serenidad la Sentencia del Tribunal Eclesiástico. Seguir luchando para que la verdad florezca. Seguir denunciando lo que es injusto. Dar gracias a Dios porque me sostiene cada instante. Estar alegre y, sobre todo, ser feliz….
¿Hasta cuándo?...Hasta que Dios quiera...
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