"El Islam no es una amenaza para la civilización occidental o para su cultura" Islam y Europa: ¿choque de civilizaciones?

Discurso de SS el V Califa en el capitolio de EEUU
Discurso de SS el V Califa en el capitolio de EEUU

La Comunidad Musulmana Ahmadía en España va a celebrar una conferencia – coloquio en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Valladolid el martes 29 de abril de 2025 a las 12:30. Su portavoz nos ha remitido un extracto de los temas que se quieren tratar en dicha ponencia

Hoy, especialmente en las naciones occidentales y desarrolladas, existe un gran debate sobre la inmigración y su efecto sobre las sociedades. Gran parte del debate se centra en los musulmanes, porque se ha desarrollado la visión de que existe una división insalvable entre los musulmanes y demás miembros de la sociedad. Ciertos gobiernos y miembros de la sociedad temen un choque de civilizaciones; creen que los musulmanes son una amenaza para su sociedad, y que no pueden integrarse en el mundo occidental.

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Los inmigrantes han llegado a los países occidentales procediendo de muchos países, pero ha sido la afluencia de musulmanes lo que ha causado mayor preocupación y alarma. Muchos habitantes nativos temen que la inmigración masiva de países musulmanes amenaza su civilización, cultura y valores, que han perdurado durante tantos siglos.

Es innegable que las personas se están alejando rápidamente de la religión y esta tendencia es particularmente aguda en Occidente. Los valores occidentales tienen siglos de antigüedad, y se basan en sus tradiciones religiosas y especialmente en su herencia cristiana y judía. Sin embargo, estos valores religiosos y normas culturales están siendo atacados por quienes se oponen a todas las formas de religión y fe. El decrecimiento de la fe religiosa en Occidente es la razón principal por la que las personas temen al islam, porque saben que, en términos generales, los musulmanes siguen más apegados a su fe.

Cartel de la conferencia-coloquio
Cartel de la conferencia-coloquio

En el capítulo 2, versículo 257, el Sagrado Corán ha declarado categóricamente que “no ha de existir coacción en materia de religión”. La odiosa ideología de una pequeña minoría de supuestos musulmanes que han adoptado el extremismo, no tiene correlación con las enseñanzas del Sagrado Corán. En lo que se refiere a la Comunidad Musulmana Ahmadía, creemos que bajo ninguna circunstancia el islam permite el uso de la fuerza o de cualquier tipo de coerción en la difusión de la fe.

El versículo 37 del capítulo 4 dice:

Y adorad a Al’lah y no asociéis nada a Él, y mostrad bondad a los padres, a los parientes, a los huérfanos y necesitados, al vecino afín a vosotros y al extraño, al compañero que está a vuestro lado, al viajero y a los que poseen vuestras diestras […]

¿Cómo puede esta enseñanza, que exige a los musulmanes amar y honrar a sus padres, discrepar con la de cualquier religión o nación? ¿Cómo puede esta enseñanza minar a la sociedad occidental?

El V Califa en un simposio sobre la paz
El V Califa en un simposio sobre la paz

En lo relativo a los necesitados, una de las formas esenciales para ayudarles es a través de la educación. Esta permitirá a los miembros más jóvenes de la sociedad, que provienen de hogares rotos o que sufren la pobreza, liberarse de los grilletes de la indigencia. Se les abrirán nuevas oportunidades y, por lo tanto, libres de frustración y resentimiento, estos jóvenes crecerán para convertirse en miembros productivos de la sociedad, en lugar de ser atraídos hacia una vida de crimen o cultura de pandillas. Los países ricos deberían ayudar a las naciones más débiles del mundo a construir sus propios cimientos sólidos. Si los países más pobres pudieran desarrollar sus economías e infraestructuras, su gente tendría oportunidades en su país y menos razones para emigrar al extranjero

El Fundador del Islam (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) nos enseñó que si una persona no es agradecida con sus semejantes, no puede ser agradecida a Dios. Es necesario que junto con la adoración a Dios, un musulmán cumpla con las obligaciones hacia la humanidad. Si los musulmanes vienen buscando integrarse, para cumplir con sus obligaciones, y luchar por la paz y por mejorar la sociedad, entonces ciertamente que se trata de algo digno de alabar, y no de condenar o castigar.

El V Califa en el Parlamento Europeo
El V Califa en el Parlamento Europeo

Algunas personas argumentan o creen que los musulmanes tienen instrucciones de realizar la “Yihad” y, por lo tanto, temen que vendrán a Occidente y emprenderán una guerra violenta para imponer la civilización y cultura islámicas. Es necesario aclarar que durante el período inicial del islam, los musulmanes se vieron obligados a defenderse después de que se les declarara la guerra por practicar su fe. Esas guerras defensivas se libraron para proteger la institución de la religión y defender el principio de libertad de creencia. En el capítulo 22, versículos 40-41, el Sagrado Corán declara que, de no detener a los agresores, todas las iglesias, sinagogas, templos, mezquitas y otros lugares de culto se encontrarían bajo una grave amenaza, ya que la intención subyacente de los incrédulos de La Meca era destruir todo rastro de la religión de la faz de la tierra. Esto demuestra que el islam protege a todas las religiones.

En una ocasión, un compañero del Santo Profeta Muhammad (lpbD) pidió unirse al ejército musulmán para poder participar en la “Yihad”. El Profeta del Islam (lpbD) rechazó su demanda, y dijo que, ya que sus padres se encontraban débiles, debía quedarse en casa, cuidarlos y considerar que esa era su “Yihad”. Si el objetivo de la “Yihad” fuera la conquista, el derramamiento de sangre y la guerra, el Profeta del Islam (lpbD) ciertamente habría aceptado su oferta, y habría tratado de reforzar el ejército musulmán.

El V Califa en un encuentro con los medios de comunicación
El V Califa en un encuentro con los medios de comunicación

Otra acusación muy común en el mundo occidental es que los musulmanes no respetan a las mujeres ni a sus derechos. Cabe señalar que el islam fue la primera religión en otorgar a las mujeres el derecho a heredar, el derecho al divorcio y otros derechos. Además, el islam pone énfasis en la gran importancia de educar a las niñas y darles la oportunidad de crecimiento y desarrollo personal. En el capítulo 4, versículo 20, el Sagrado Corán ha declarado que los hombres musulmanes deben tratar a sus esposas con amor y respeto. En los países occidentales, no pasa un día sin noticias de que la policía o los tribunales se ven obligados a intervenir y lidiar con terribles casos de violencia doméstica. Varios informes y estudios demuestran que tales crímenes no están vinculados a ninguna religión. Por lo tanto, es completamente injusto calificar al islam como una religión misógina. El islam es una religión que otorga honor y dignidad a las mujeres; y cualquier hombre que trata a una mujer con crueldad es culpable de violar gravemente las enseñanzas del islam.

El islam también requiere que sus seguidores respeten los sentimientos religiosos y las creencias de otras personas. El Pacto de Medina fue una verdadera ilustración de esta enseñanza, donde la Torá fue reconocida y respetada como la Escritura portadora de ley de los judíos.

En el capítulo 5, versículo 9 del Sagrado Corán, Dios ha proclamado que la enemistad de una nación o pueblo nunca debe incitar a una persona a sacrificar los principios de la justicia y la equidad; al contrario, el islam enseña que, en todas las circunstancias, no importa cuán difícil sea, uno debe permanecer firmemente apegado a los principios de justicia e integridad, y nunca dejarse llevar por el deseo de venganza. La historia enseña cómo los primeros musulmanes fueron asesinados, saqueados y torturados en La Meca y, en última instancia, fueron expulsados de sus hogares y tuvieron que emigrar al haber aceptado el mensaje del Fundador del Islam (lpbD). Sin embargo, cuando él regresó victorioso a La Meca, y la ciudad entera estaba bajo su mando, su primer pronunciamiento fue que no se vengaría de aquellos que habían perseguido brutalmente a los musulmanes. En ese momento de triunfo, el Santo Profeta Muhammad (lpbD) exhibió una humildad y tolerancia suprema. Declaró que, de acuerdo con las enseñanzas del islam, todos los que habían atormentado a los musulmanes serían perdonados instantáneamente, y nadie sería tratado injustamente, independientemente de si aceptaban el islam o no.

El V Califa en una reunión ante la Unión Europea
El V Califa en una reunión ante la Unión Europea

El capítulo 24, versículo 34, el Sagrado Corán afirma que si un “esclavo” busca la libertad, debe ser liberado y, si se hubieran impuesto ciertas cuotas monetarias, debían ser razonables y abonables en pequeños plazos fáciles de pagar, o no se les debía aplicar en absoluto. En el mundo de hoy, la “esclavitud física” ha sido reemplazada por una “esclavitud económica y de servidumbre”, por las cuales la relación entre las naciones más poderosas de la tierra y los países más débiles es similar a la relación de un “amo y un esclavo”. Por ejemplo, los países ricos otorgan préstamos disfrazados de paquetes de ayuda a naciones débiles que no tienen más opción que aceptar las condiciones que se les imponen. Invariablemente, los niveles de interés paralizantes que se les aplican hacen que los préstamos a corto plazo conduzcan a la miseria y a las deudas a largo plazo.

En resumen, el Islam no es una amenaza para la civilización occidental o para su cultura. Si hay musulmanes que usurpan los derechos de los no musulmanes, es sólo porque rechazan las enseñanzas del islam, o las ignoran por completo. Deshonran al islam y solo consiguen difamar su nombre intachable.

En lugar de hablar de un choque de civilizaciones, o de incrementar innecesariamente las tensiones entre diferentes comunidades, debemos abstenernos de atacar a las enseñanzas religiosas de los demás. En lugar de tratar de imponer restricciones a las expresiones de la fe, debemos reconocer que todos somos parte de una raza humana más conectada que nunca. Debemos abrazar nuestra diversidad, y centrarnos en establecer la unidad para que la paz a largo plazo pueda tener cabida en el mundo. Sin embargo, hoy vemos lo contrario: tanto los países musulmanes como los no musulmanes anteponen sus propios intereses por encima de los intereses del mundo en general, y traspasan todos los límites de la equidad y la moralidad a cambio de alcanzar sus propios objetivos.

Con las reminiscencias de los días oscuros del pasado, se han formado bloques y alianzas opuestas, y parece que el mundo está empeñado en autodestruirse. Hay muchos países que poseen bombas nucleares y otras armas destructivas que tienen el potencial de destruir a la civilización tal como la conocemos. ¿Quién puede asegurar que estas armas nunca se usarán, o que no terminarán en manos equivocadas? Basta un error de cálculo o un paso en falso para que las hostilidades desencadenen lo impensable. Las consecuencias de tal guerra son inimaginables, pero es seguro afirmar que el mundo nunca volverá a ser el mismo.

Por lo tanto, en lugar de avivar las llamas del odio, ya sea por diferencias religiosas o étnicas, o por objetivos políticos, debemos reconocer las señales de advertencia y cambiar nuestras actitudes antes de que sea demasiado tarde.

Unámonos todos, al margen de nuestras diferencias, y trabajemos con un espíritu de respeto mutuo, tolerancia y afecto, por la paz del mundo y por la libertad de creencia.

Comunidad Musulmana Ahmadía en España.

Mezquita Basharat. 14630 PEDRO ABAD, Córdoba.

Tfno: 957 186 203.

www.ahmadia.eswww.alislam.es

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