"Lo importante es que se quieran y se respeten"
Después de los saludos y besos correspondientes, pasamos al momento de los recuerdos de mi infancia, pues ella había trabajado en el taller de confección de mi padre, era una comunicación muy sentida y muy cargada de recuerdos; en la conversación participaba también mi hermana y una hija de mi tía… cuando estábamos metidos de lleno en el pasado, la presencia de una nieta y su compañero que había llegado del Norte de Europa para pasar las navidades con la familia, después de saludar a la pareja, nuestra conversación cambio de tema, pues mi tía me dijo disimuladamente con un gesto de no aprobación: “¡dónde vamos a parar!”(lo que quería decir que estaban viviendo juntos y que no se habían casado)… A lo que la hija de mi tía, con un gesto firme de entereza y convicción, afirmó: “Lo importante es que se quieran y se respeten”. Estas palabras calaron en mí, pues sentí que era una buena síntesis de lo que yo había compartido en la celebración dominical. Una vez más uno se sorprende de la sabiduría popular…
Por la tarde, cuando leí el mensaje que el Papa Francisco había dicho en el momento del ángelus en la Plaza de San Pedro de Roma, me sentí confortado. El Papa partiendo del relato del evangelio sobre la huida a Egipto de la familia de Nazaret, decía: “Por desgracia, en nuestros días, millones de familias pueden identificarse con esta triste realidad. Casi todos los días la televisión y los periódicos dan noticias de los refugiados que huyen del hambre, la guerra y otros graves peligros en busca de seguridad y una vida digna para ellos y sus familias. En tierras lejanas, incluso cuando encuentran trabajo, los refugiados y los inmigrantes no siempre encuentran una acogida verdadera, el respeto, el aprecio de los valores que llevan. Sus expectativas legítimas chocan con situaciones complejas y problemas que parecen insuperables a veces”.
Otro aspecto que el Papa recalcó, con la sencillez que le caracteriza, fue cuando dijo: “Recordemos las tres palabras clave para vivir en paz y alegría en la familia: “permiso”, “gracias”, “perdón”. Cuando en una familia no se es entrometido, cuando en una familia no se es entrometido y se pide permiso, cuando en una familia no se es egoísta y se aprende a decir gracias, gracias, y cuando en una familia uno se da cuenta de que ha hecho algo malo y sabe pedir perdón, ¡en esa familia hay paz y hay alegría!
Después de leer el mensaje del Papa Francisco me sentí esperanzado y quiero compartirlo con tantos padres amigos que están preocupados por la diversidad de modelos de familia que hoy se dan, que sin duda para las personas mayores nos sorprenden, pero que vistos desde el presente constato que son muchos los padres y familiares que las están afrontando con una gran serenidad y una profunda sabiduría, la que expresaba la hija de mi tía: “Lo importante es que se quieran y se respeten”. Esta afirmación expresa respeto, acogida y buena voluntad para abrirse a un futuro nuevo. Tal vez algunas personas se pregunten ¿Qué más se puede hacer? Sinceramente yo trato de vivir de manera coherente con lo que creo y estoy convencido, pero en actitud de búsqueda pues soy consciente que, en este momento, tengo más preguntas que respuestas…
Nacho