Insta a dar prioridad absoluta al problema del narcotráfico en las elecciones El obispo irlandés de Armagh condena el asesinato de un menor relacionado con el tráfico de drogas
Monseñor Michael Router, Obispo auxiliar de la Arquidiócesis irlandesa de Armagh, ha condenado fuertemente el brutal y triste asesinato de un joven de diecisiete años torturado y desmembrado
"Una profanación de la vida". Tal acto ha sido relacionado por las autoridades con la violenta disputa entre pandillas del narcotráfico en Drogheda
| Vatican News
(Vatican News).- “Una profanación de lo sagrado de la vida que debilita nuestra humanidad común y la civilización de nuestro pueblo”. Así es como el Obispo auxiliar de la Arquidiócesis irlandesa de Armagh, Monseñor Michael Router, condena el triste asesinato de un adolescente de 17 años.
Además de un fuerte llamado a la acción y la oración por la protección del bien común, Router reitera su oferta de mediar entre las partes en conflicto, “para ayudar a poner fin permanentemente a este ciclo de violencia sangrienta”.
Hallazgo de los restos del joven
El joven, Keane Mulready-Woods, desapareció en Drogheda, una ciudad portuaria en Louth al norte de Dublín, el domingo 12 de enero alrededor de las seis de la tarde. Antes de ser asesinado, habría sido secuestrado y torturado. Los restos del joven fueron encontrados desmembrados en dos sitios distintos.
Según los informes, el asesinato está relacionado con una violenta disputa entre pandillas del narcotráfico en Drogheda, una ciudad portuaria ubicada a 56 km al norte de Dublín, que ya ha provocado dos muertes en el último año.
Un ataque contra Dios
“Toda la vida humana es sagrada y un ataque de esta naturaleza a un joven es horrible y va más allá de la imaginación”, dijo el obispo Router, enfatizando que “matar a otro ser humano de esta manera significa ignorar por completo los principios fundamentales de la fe cristiana y es, en todos los aspectos, un ataque contra Dios, a imagen del cual fuimos creados”.
El prelado insta a toda la población civil a cooperar con Garda, la fuerza policial de la República de Irlanda, para dar con los responsables del crimen lo más pronto posible. Por su parte, la policía calificó el crimen como “un ataque brutal y salvaje, completamente inaceptable en cualquier sociedad democrática normal”.
Destruir la subcultura de la muerte
“Cuando es demasiado, es demasiado”, agregó el obispo de Armagh. “La reprobable subcultura de nuestra sociedad, que cree que toda la vida humana, incluida la de los niños, puede ser sacrificada, debe ser destruida”. De ahí el llamado a proteger y cuidar a los niños vulnerables: “Espero sinceramente que todas las organizaciones civiles que luchan contra el flagelo del abuso de drogas en nuestro país reciban el apoyo necesario para llevar a cabo su tarea de manera efectiva”.
En relación con las elecciones que se celebrarán a principios del mes de febrero, el prelado señaló que “este es un problema que debe ser abordado seriamente por toda la comunidad, una prioridad absoluta para la campaña electoral y para el futuro gobierno”.
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