Versos para orar en verano 2. EL ESPÍRITU SANTO
El pasado 15 de mayo el Papa Francisco, en su catequesis de la audiencia general, nos habló del Espíritu Santo. Con su habitual desparpajo propuso una oración:
“Y ésta es una oración que tenemos que rezar todos los días: ‘Espíritu Santo que mi corazón esté abierto a la Palabra de Dios, que mi corazón esté abierto al bien, que mi corazón esté abierto a la belleza de Dios, todo todos los días’. Pero me gustaría hacer una pregunta a todos ustedes: ¿Cuántos de ustedes rezan cada día al Espíritu Santo, eh? ¡Serán pocos, eh!, ¡pocos, unos pocos!, pero nosotros tenemos que cumplir este deseo de Jesús: orar cada día al Espíritu Santo para que abra nuestros corazones a Jesús.”
Y así se despedía al finalizar la catequesis sobre el Espíritu:
“Invoquémosle todos los días. Hagamos esta propuesta: Cada día invocaremos al Espíritu Santo. ¿Lo harán? ¡No oigo, eh...! ¡Todos los días, eh...! Y así el Espíritu nos llevará más cerca de Jesucristo. ¡Gracias!”
OJALÁ TAMBIÉN NOSOTROS VIBREMOS
"COMO LAS LLAMAS"...
A la luz de esta insistencia pastoral en la oración diaria al Espíritu Santo,nos preguntamos: ¿También en vacaciones, viajeros por el mundo, tumbados en la playa o escalando montañas? También. Porque el Espíritu es viento “que sopla donde quiere, y tú oyes su sonido; mas ni sabes de dónde viene ni a dónde va... (Juan 3,8).”
Hemos abierto el post de hoy con la ilustración del soberbio lienzo “Pentecostés” de El Greco.De él escribió A. Cerra: “Aquí una serie de llamas arden sobre las cabezas de los personajes y cada figura, a su vez, tiene formas llameantes. Todos ellos están pasmados por la revelación celestial, un cielo al que miran y se aparece la luz de Dios manifestado en la forma de paloma del Espíritu Santo. Todo en la obra vibra como las llamas, y en realidad algún crítico lo ha descrito como una danza de luces.”Ojalá también nosotros vibremos “como las llamas” en el rincón sencillo donde hayamos tendido nuestra tienda este verano, tabernáculo de Dios por las arenas del mundo.
REZAR AL ESPÍRITU SANTO
CON LOS OJOS ABIERTOS
No es difícil rezar al Espíritu Santo con los ojos abiertos, pues las metáforas bíblicas que facilitan su transparencia, están ahí presentes, a nuestro lado, en los cuatro elementos de la naturaleza (tierra, fuego, aire, agua...). También el ser humano pertenece a la familia cósmica. Al beber un vaso de agua, por ejemplo, podríamos experimentar simbólicamente que somos tierra seca que fecunda el Espíritu... Y, al respirar, sentir que es Dios quien vivifica nuestro organismo... Si recibimos besos de sol sobre la arena de una playa, ¿por qué no celebrar la fecunda presencia del Espíritu, que es Llama y Calor del corazón...?
Y, mirando a la gente, al ver jugar a los niños, ¿por qué no sentir en el alma la revelación de Jesús de que “sus ángeles, allá arriba, ven continuamente el rostro de mi Padre que está en los cielos (Mateo 18,10)”? ¿Qué mejor retablo de oración que la vida misma contemplada con ojos de fe?
ALEGRÍA DE DIOS, ALEJA LOS FANTASMAS DE MIS MIEDOS...
El poema “Espíritu divino”, de Ángel Sanz Arribas, diríase que actualiza con elegancia la celebración permanente que necesitamos del acontecimiento fundacional de Pentecostés. La metáfora “Fuego de Dios” nos evoca las lenguas de llama que descendieron sobre cada uno de los Apóstoles (Hechos 2,1–4). Al leer “Aliento de Dios”, nos viene a la emoción el relato del Génesis (soplo de Yavé) y la fuerte ráfaga de viento que resonó por toda la casa... ¿Qué está pidiendo a Dios, en nuestro nombre, en mi nombre, el autor de estos versos? “Fuego de Dios, / derrite el hielo de mi indiferencia, / y abrásame”. Y más adelante: “Aliento de Dios, / despliega las alas de mi espíritu / y lánzame...”
Como si hoy viviéramos la experiencia apostólica de Pentecostés, invocamos al Espíritu de Dios y le suplicamos, como urgente necesidad, como grito incontenible, con esdrújula expresión (“abrásame”, “lánzame”), que encienda nuestro corazón con el fuego de su ternura, y eleve nuestros ojos a regiones de luz, nubes y ángeles...
Podemos orar ya, alternando ojos abiertos y cerrados.Leo: “Luz de Dios, / disipa la tiniebla de mis dudas / y guíame...” Cierro los ojos y experimento que una creciente luz ilumina los oscuros rincones de mi vida. Estoy rezando, claro. Y me abandono a esa Luz que amanece en mi noche...
ESPÍRITU DIVINO
Luz de Dios,disipa la tiniebla de mis dudas
y guíame.
Fuego de Dios,derrite el hielo de mi indiferencia
y abrásame.
Torrente de Dios,fecunda los desiertos de mi vida
y renuévame.
Fuerza de Dios,rompe las cadenas de mis esclavitudes
y libérame.
Alegría de Dios,aleja los fantasmas de mis miedos
y confórtame.
Aliento de Dios,despliega las alas de mi espíritu
y lánzame.
Vida de Dios,destruye las sombras de mi muerte
y resucítame.
Ven, Espíritu Paráclito,Espíritu creador y santificador,
Espíritu renovador y consolador,
Espíritu sanador y pacificador.
Ven y concede hoy a tu Iglesia,reunida en el Cenáculo
con María,
la experiencia de Pentecostés.
En la web "Ciudad redonda" se puede visitar la interesante sección "Capilla de oración", donde Ángel Sanz nos entrega, bajo el epígrafe "El alzar de las manos", un buen puñado de oraciones/poesía muy útiles para la vida espiritual (pulsaraquí). Preside tan selecto espacio el siguiente pensamiento: "Porque orar es amar: mirar con el corazón, oír con el corazón, hablar con el corazón..."
SUBE UNA LUZ AZUL, CUAL DE PRESENCIA...
En el segundo versículo de la Biblia, se muestra al Espíritu de Dios aleteando sobre la superficie de las aguas. En el poema "A veces por las venas de las cosas...", el gerundense Juan Bautista Bertrán describe la Creación encendida de Luz, de Presencia misteriosa que fecunda las venas de las cosas como si el Universo fuese un árbol cósmico y el Espíritu su savia azul, su energía ascendente. "Lo mismo que si el mundo, todo, fuera / una zarza de Horeb que ardiera dentro..."
Todo lo que nos ocurre diríamos que es "fosforescente y de milagro". Dios está cerca de nosotros, y nos ama. Su propósito es nuestra felicidad. Con acierto ha sido llamado Bertrán "Fra Angélico de la poesía". Sáinz de Robles le describe así: "Hondo y grácil a la vez, palpitante y evocador; en ocasiones de un lirismo epigramático que turba emotivamente; y siempre sembrador de ideales altos y de inquietudes fecundas..."
A VECES, POR LAS VENAS DE LAS COSAS...
A veces, por las venas de las cosas
sube una luz azul, cual de presencia,
que las enciende misteriosamente
con halo de atracción que sólo eleva:
y es la rosa y el trino, y es el árbol
en flor o despojado, y es la espuma
en placidez de arena o rota en roca,
y los ojos dolientes de este niño
que hallamos por la calle; y es un gesto
generoso de amigo; y son las piedras
de las casas que vemos cada día;
y es el jazmín del pie de la palmera
del parque familiar; y son las voces
que cada día oímos; y es la noche
constelada y serena, y la mañana
cerrada en frío que no puede abrirse;
y hasta el grosor de lluvia y de la niebla:
todo es fosforescente y de milagro.
Todo encendido misteriosamente
por esta luz azul, cual de presencia,
que sube por las venas de las cosas,
lo mismo que si el mundo, todo, fuera
una zarza de Horeb que ardiera dentro…
DINAMISMO TRINITARIO
“La persona humana más crece, más madura y más se santifica a medida que entra en relación, cuando sale de sí misma para vivir en comunión con Dios, con los demás y con todas las criaturas. Así asume en su propia existencia ese dinamismo trinitario que Dios ha impreso en ella desde su creación. Todo está conectado, y eso nos invita a madurar una espiritualidad de la solidaridad global que brota del misterio de la Trinidad”
(Francisco, Laudato si', 240).
VERSOS PARA ORAR
EN VERANO
Vacaciones con Dios
0.Preparando las vacaciones
LA MARCHA, de M. V. Atencia / AL EMPRENDER UN VIAJE, de J. Mauleón / DUELE LA TIERRA DE HERMOSA, de J. Mauleón / DIOS DE ALEGRÍA, de Jorge Carrera Andrade...
1.La luz
ORACIÓN DE LAS HORAS, de Ángel Sanz Arribas / REGALO, de Ángel Sanz Arribas / MÁS LUZ, de Ángel Sanz Arribas
2.El Espíritu Santo
ESPÍRITU DIVINO, de Ángel Sanz Arribas / A VECES, POR LAS VENAS DE LAS COSAS, de Juan Bautista Bertrán...
3.Un templo, una catedral
TE SIENTO AQUÍ, SEÑOR, de Juan Bautista Bertrán
4.A orillas del mar
ORACIÓN CON EL CUERPO, de Antonio Pereira / DIOS Y EL MAR, de Carmen Conde...
5.Ya amanece en la tierra
YA AMANECE EN LA TIERRA, de E. de Champourcin / COMO UN DÍA, de Jesús Mauleón / HIMNO DE LA MAÑANA, de Victor Manuel Arbeloa
6.Con los ojos de Dios
SI YA FLORECIÓ EL ALMENDRO, de M. Ángeles Gómez / COMO LAS BANDADAS DE PATOS..., de Ernesto Cardenal / SALOMÓN Y LA ROSA, de Fina García Marruz / ACABO DE VER, de Juan Ruíz Peña
7.Entre la fe y la duda
SÚPLICA, de Susana March / LLAMANDO, de B. Mostaza / UN MAR DE OSCURAS VOCES, de Bartolomé Mostaza
8.Esos niños que nos miran
NIÑOS NUESTROS, de G. Diego / EL HACEDOR, de J. G. Nieto / LOS NIÑOS. TODAVÍA VEN LOS ÁNGELES, de R. Alfaro
9.El placer de la conversación
SOBRE EL PLACER DE LA CONVERSACIÓN, de R. Alfaro / YO TE FUI DESNUDANDO, de Dulce María Loynaz / VOLVIERON LAS PALABRAS, de Ernestina de Champourcin
10.La hora de Completas
TIEMPO DE LA NOCHE, de E. de Champourcin / CANCIÓN DEL AGUA NOCTURNA, de Leopoldo Panero / EL SUEÑO, HERMANO DE LA MUERTE, de Bernardo Velado
11.Quien cree, ve
ALFARERO DEL HOMBRE, de J. L. Blanco Vega / EMAÚS, de Rafael Alfaro / LÁMPARA DE ORO, de Juan Ruíz Peña
12.Despedida
QUIERO ESTA NOCHE BENDECIRTE, de R. Alfaro / LA TIERRA ES TUYA, de Concha Zardoya / DESPEDIDA, de R. Alfaro