Versos para orar en verano 7. ENTRE LA FE Y LA DUDA
Dios no se toma vacaciones: sigue cerca de nosotros amándonos, providente. Es posible que se relaje nuestra devoción en estos días (o se acreciente al disponer de más tiempo libre). Modificar nuestra habitual agenda podría desorientarnos... En contacto con otros ambientes, otras culturas no sería extraño que nos planteásemos desazonadoras preguntas sobre la fe. ¿Por qué no comunicar, en la oración, al Señor nuestras dudas?. En el post de hoy presentamos tres honestos poemas dirigidos al Dios de la Verdad por creyentes que, en horas bajas de fe, suplicaron a Dios luz y alegría en su periplo existencial.
DAME LA FE QUE MUEVE LAS MONTAÑAS
Se cierran los 33 poemas de "Esta mujer que soy" (Adonáis 1959) con el hondo alarido existencial de los versos de "Súplica". Pide a Dios la poeta y novelista Susana March, en letanía bimembre, sentido a su vida, luz a su noche, fe que traslada montes.
SÚPLICA
Tengo secos los ojos
de mirar el vacío...
¡Dame, Dios, la esperanza
para saber que existo!
¡Dame la fe que mueve
las montañas de sitio!
Dame una base, algo
en que apoyar mi grito.
Algo que me consuele,
Señor, de haber nacido.
EL PUÑO ROJO DE MI CORAZÓN GOLPEA DÍA Y NOCHE...
La metáfora central de “Llamando” es la expresión plástica del misterio como una puerta cerrada. El “puño rojo” del corazón golpea y golpea porque quiere atravesarla, saciar su sed de Dios manantial. Vienen a la memoria versos sanjuanistas que hablan de agua viva que mana en la noche: “Aquella eterna fonte está ascondida. / ¡Qué bien que sé yo do tiene su manida / aunque es de noche!”
La puerta está cerrada, y pareciera que Dios no escucha. Pero sabemos que un día se abrirá. Se oye ya rumor de agua, ya se vislumbran hilos de luz del otro lado, como escribió José Antonio Muñoz Rojas: “Uno es poeta que ve de pronto una rendija / abierta a una luz indudable.”
LLAMANDO
Sobre la puerta negra del arcano
el puño rojo de mi corazón
golpea día y noche, y nadie, nadie,
contesta a su tesón.
Y sé que tras la puerta me está oyendo
en la quietud de su silencio Dios.
Y sé que se abrirá la puerta un día,
de un súbito empujón.
Estoy ardiendo de ansias. ¿Quién me apaga?
Me ahogo de tinieblas, y la sed
me quema las entrañas... Necesito
fontana en que beber.
Al otro lado de la puerta brota,
al otro lado, el fresco manantial.
Y el corazón golpea, porque sabe
que, al fin, se le abrirá.
SOBRE SU ALGARABÍA NADO:
A TUMBOS VOY...
Podría clasificarse a B. Mostaza en el grupo de poetas agónicos (en línea unamuniana). Se siente inacabado y anhela saciar su sed en Dios. En ambiente cultural de relativismo, como siente necesidad de compromiso, se desespera ante múltiples propuestas divergentes y contradictorias.
Otra lectura posible sería considerar las voces de las cosas como el expositor de un bufet libre, que te invita a saborear con gusto reposado los deliciosos manjares de la vida.
UN MAR DE OSCURAS VOCES
Un mar de oscuras voces me rodea
llamándome y no atino sus palabras.
Todo mi ser resuena de ellas aturdido
cual laberinto mágico.
¡Y zozobro anhelando! Se hace voces
el mundo en mi redor y mil preguntas
me clavan con su garfio desgarrando
el alma que se estremece atónita.
Todas a una llámanme las cosas.
Sobre su algarabía nado: a tumbos
voy, vengo y me agarro fieramente a un clavo
ardiendo, como el náufrago.
¡Oh si acallaras con tu dedo el mundo
y fuese cada cosa hablando sola,
Dios de mi anhelo, y escuchando yo, embebido
de la miel de los éxtasis!
¡Oh cosas que me herís con vuestros gritos
y el alma me pincháis furiosas! Vedme
¡ay! erizado de saetas venenosas,
todo llagas sin bálsamo.
JESÚS HABLA DE LOS PÁJAROS
“Cuando uno lee en el Evangelio que Jesús habla de los pájaros, y dice que «ninguno de ellos está olvidado ante Dios» (Lc 12,6), ¿será capaz de maltratarlos o de hacerles daño? Invito a todos los cristianos a explicitar esta dimensión de su conversión, permitiendo que la fuerza y la luz de la gracia recibida se explayen también en su relación con las demás criaturas y con el mundo que los rodea, y provoque esa sublime fraternidad con todo lo creado que tan luminosamente vivió san Francisco de Asís. (Francisco, Laudato si', 221).
VERSOS PARA ORAR
EN VERANO
Vacaciones con Dios
0.Preparando las vacaciones
LA MARCHA, de M. V. Atencia / AL EMPRENDER UN VIAJE, de J. Mauleón / DUELE LA TIERRA DE HERMOSA, de J. Mauleón / DIOS DE ALEGRÍA, de Jorge Carrera Andrade...
1.La luz
ORACIÓN DE LAS HORAS, de Ángel Sanz Arribas / REGALO, de Ángel Sanz Arribas / MÁS LUZ, de Ángel Sanz Arribas
2.El Espíritu Santo
ESPÍRITU DIVINO, de Ángel Sanz Arribas / A VECES, POR LAS VENAS DE LAS COSAS, de Juan Bautista Bertrán...
3.Un templo, una catedral
TE SIENTO AQUÍ, SEÑOR, de Juan Bautista Bertrán
4.A orillas del mar
ORACIÓN CON EL CUERPO, de Antonio Pereira / DIOS Y EL MAR, de Carmen Conde...
5.Ya amanece en la tierra
YA AMANECE EN LA TIERRA, de E. de Champourcin / COMO UN DÍA, de Jesús Mauleón / HIMNO DE LA MAÑANA, de Victor Manuel Arbeloa
6.Con los ojos de Dios
SI YA FLORECIÓ EL ALMENDRO, de M. Ángeles Gómez / COMO LAS BANDADAS DE PATOS..., de Ernesto Cardenal / SALOMÓN Y LA ROSA, de Fina García Marruz / ACABO DE VER, de Juan Ruíz Peña
7.Entre la fe y la duda
SÚPLICA, de Susana March / LLAMANDO, de B. Mostaza / UN MAR DE OSCURAS VOCES, de Bartolomé Mostaza
8.Esos niños que nos miran
NIÑOS NUESTROS, de G. Diego / EL HACEDOR, de J. G. Nieto / LOS NIÑOS. TODAVÍA VEN LOS ÁNGELES, de R. Alfaro
9.El placer de la conversación
SOBRE EL PLACER DE LA CONVERSACIÓN, de R. Alfaro / YO TE FUI DESNUDANDO, de Dulce María Loynaz / VOLVIERON LAS PALABRAS, de Ernestina de Champourcin
10.La hora de Completas
TIEMPO DE LA NOCHE, de E. de Champourcin / CANCIÓN DEL AGUA NOCTURNA, de Leopoldo Panero / EL SUEÑO, HERMANO DE LA MUERTE, de Bernardo Velado
11.Quien cree, ve
ALFARERO DEL HOMBRE, de J. L. Blanco Vega / EMAÚS, de Rafael Alfaro / LÁMPARA DE ORO, de Juan Ruíz Peña
12.Despedida
QUIERO ESTA NOCHE BENDECIRTE, de R. Alfaro / LA TIERRA ES TUYA, de Concha Zardoya / DESPEDIDA, de R. Alfaro