(Revista Eclessia).- Los dicasterios y organismos de la Santa Sede y de la Ciudad del Vaticano seguirán abiertos. Lo harán, según un comunicado emitido por la Sala Stampa, «para asegurar los servicios esenciales a la Iglesia Universal». Esta decisión se ha tomado esta mañana en una reunión interdicasterial extraordinaria, presidida por el secretario de Estado de la Santa Sede, el cardenal Pietro Parolin.
Eso sí, las oficinas permanecerán abiertas «en coordinación con la Secretaría de Estado», y a la vez aplicarán «las normas sanitarias y mecanismos de flexibilidad en el trabajo establecidos en los últimos días», tal y como afirma el comunicado. Estas normas han sido endurecidas por el gobierno italiano en los últimos días.