Textos de Francisco y Poemas 8. FRANCISCO Y LOS ANIMALES

bblanco

papa-francisco-cordero1

La fotografía presente de un Papa Francisco sosteniendo alrededor del cuello un corderito y sonriendo de felicidad ("yo soy el buen pastor..."), acerca a nuestro tiempo la alegría del loco de Asís en contacto con la naturaleza y especialmente con los animales. Tenía Francisco tierna predilección por los seres vivos de la creación, y muy en particular por los más inocentes, por los más pacíficos. Como el cordero, símbolo pascual con el que Jesús se identifica, y a quien, después de la Pasión, Dios resucita...

franciscoanimalitos

Dispongo de un grueso centón lírico, "Antología de poetas hispánicos. Homenaje a Francisco de Asís", Coculsa 1982, de casi mil páginas y 421 poemas sobre el Poverello, su vida y obra. Están escritos todos ellos, al margen de su valor literario, con sensibilidad y devoción. Me permito, en este apresurado homenaje, dar a conocer y disfrutar dos poemas simpáticos y edificantes.

Me gustaría advertir, desde el principio, que, al mencionar el nombre de Francisco, me refiero con ambigüedad al poverello de la Umbría y al recién estrenado Pontífice. Las imágenes del Papa Bergogliobendiciendo animales como bendice y acaricia niños y adultos de todas las edades, razas y condiciones, me parecen un bello testimonio de identificación con el santo de Asís y, en última o primera instancia, con el Resucitado y Salvador de todos.

bblanco



bblanco

dospajaritos3



bblanco

QUE ENCONTRÉIS EN LAS MAÑANAS MUY AZULES LOS CAMINOS...

bblanco


francisco-palomas-de-la-paz


bblanco


En imagen, una pareja infantil suelta dos blancas palomas desde la ventana papal. La idílica buena acción terminó mal, porque las cándidas aves fueron brutalmente atacadas por un cuervo y una paloma. Tres días después, en la audiencia general del miércoles, un verde loro llamado Amore voló al dedo índice que le ofrecía Francisco. Y parece que se puso a repetir con la multitud la frase "¡el Papa!, ¡el Papa!" que coreaban los peregrinos.

El primer poema de hoy, que veremos a continuación, se nos entrega con misterio. No aparece firmado, diríamos que es anónimo. Pero tiene su encanto, muy franciscano. Fijaos que hasta llega a presentar al Santo de las avecicas tan feliz en el vuelo y revuelo pajarero que, acompañándolas por sus aéreos caminos, viajaría con ellas piando y levitando con amor y alegría:

bblanco




HERMANITOS PÁJAROS

En la suavidad del cielo
la silueta de Francisco
tan leve como los pájaros
tan pura corno los lirios.

Todas las aves de Asís
abandonaron sus nidos
para escuchar la doctrina
del santo Hermano Francisco.

El color de los plumajes,
la música de los trinos,
son la delicia más pura
para el hermano Francisco.

«Alabemos al Señor;

Large_dove


cantemos, mis hermanitos,
porque está fresca la yerba
y da sus aguas el río...

Que vuestras alas ligeras
os lleven sobre los trigos,
que encontréis en las mañanas
muy azules los caminos...

Alabemos al Señor,
cantemos mis hermanitos...»

Y era tanta la alegría
del dulce hermano Francisco
que cantando con los pájaros
volaba por los caminos...



bblanco



bblanco

dospajaritos3


bblanco


franciscoylobo

LOS MOTIVOS DEL LOBO

Uno de los episodios más famosos de Francisco de Asís es la pacificación de un peligroso animal, el lobo de Gubbio, que no solo devoraba ganado sino también hombres. Tres años antes de su fallecimiento, en 1913, publica Rubén Darío un extenso relato de 170 versos sobre el milagro del lobo, "Los motivos del lobo".Ofrecemos un par de secciones que nos podrían ilustrar acerca de la sensibilidad y expresividad dramática, y acaso también de la religiosidad, del poeta nicaragüense.

bendiceaperrolazarillo11

En la foto contigua, Alessandro Forlani, un periodista italiano ciego, ha tenido la suerte de poder saludar personalmente al Papa Francisco, acompañado de su perro guía, Asia.Según ha relatado Forlani, el Papa le preguntó cómo se llamaba y a qué se dedicaba. Después, el periodista italiano le pidió una «bendición especial» para su hija y su mujer. «El Papa pensó en mi perro y dijo: "y una también para el perro", se inclinó y lo acarició.»

Volvamos al poema de Rubén Darío.Se acerca Francisco al terrible animal, que no es precisamente un san bernardo, con un saludo muy franciscano, muy litúrgico, algo así como una bendición: “¡Paz, hermano lobo!”.Le recrimina su violencia que tanto daño causa a los campesinos. Así responde, contrita pero razonadora, la peligrosa fiera:

bblanco


Y el gran lobo, humilde: “¡Es duro el invierno,
y es horrible el hambre! En el bosque helado
no hallé qué comer; y busqué el ganado,
y en veces comí ganado y pastor.
¿La sangre? Yo vi más de un cazador
sobre su caballo, llevando el azor
al puño; o correr tras el jabalí,
el oso o el ciervo; y a más de uno vi
mancharse de sangre, herir, torturar,
de las roncas trompas al sordo clamor,
a los animales de Nuestro Señor.
Y no era por hambre, que iban a cazar.”
Francisco responde: “En el hombre existe
mala levadura.
Cuando nace viene con pecado. Es triste.
Mas el alma simple de la bestia es pura.
Tú vas a tener
desde hoy qué comer.
Dejarás en paz
rebaños y gente en este país.
¡Que Dios melifique tu ser montaraz!”
“Está bien, hermano Francisco de Asís.”
“Ante el Señor, que todo ata y desata,
en fe de promesa tiéndeme la pata."
El lobo tendió la pata al hermano
de Asís, que a su vez le alargó la mano.
Fueron a la aldea. La gente veía
y lo que miraba casi no creía.
Tras el religioso iba el lobo fiero,
y, baja la testa, quieto le seguía
como un can de casa, o como un cordero.

bblanco


Comunicó Francisco, en la plaza, a la gente el compromiso del lobo de no matar. Y pidió y obtuvo del pueblo la obligación de alimentarlo y cuidarlo:



Algún tiempo estuvo el lobo tranquilo
en el santo asilo.
Sus bastas orejas los salmos oían
y los claros ojos se le humedecían.
Aprendió mil gracias y hacía mil juegos
cuando a la cocina iba con los legos.
Y cuando Francisco su oración hacía,
el lobo las pobres sandalias lamía.
Salía a la calle,
iba por el monte, descendía al valle,
entraba en las casas y le daban algo
de comer. Mirábanle como a un manso galgo.


El final de relato del nicaragüense es triste: el lobo regresa a su fiereza primera como respuesta a las actitudes belicosas e injustas de los humanos. "Hermanos a hermanos hacían la guerra, / perdían los débiles, ganaban los malos, / hembra y macho eran como perro y perra, / y un buen día todos me dieron de palos..." Si queréis conocer el poema completo y así saber cómo se cierra el drama, podéis pulsar aquí.

bblanco


casalinea4


bblanco


TEXTOS DE FRANCISCO Y POEMAS

Se hermana la palabra del Pontífice con poemas e imágenes

bblanco3


enlaces8



1.La ciudad

ORACIÓN DE TODOS LOS DÍAS, de Pilar Paz Pasamar
SOBREVOLANDO MADRID, de Nicolás de la Carrera


2.Ciudad y evangelización

FADO DE LA LIMPIADORA, de Antonio Pereira
CANC. DEL POZO DEL TÍO RAIMUNDO, de R. Montesinos


3.Canción de la ciudad

LAMENTO PARA UN HOMBRE VIVO, de V. M. Arbeloa
TU PODER MULTIPLICA, de J. L. Blanco Vega
CANCIÓN DE LA CIUDAD. de Antonio Carvajal


4.Belleza tan antigua y tan nueva

LA IMAGEN, de Antonio Porpetta
TENGO SED, de Antonio Carvajal


5.Todas las expresiones de verdadera belleza

ORAC. POR LA BELLEZA DE UNA MUCH., de D. Alonso
EL ASTRÓNOMO, de Kahlil Gibran
HICISTE LA BELLEZA..., de Pedro Casaldáliga


6.¡Qué bello creaste el mundo!

DUELE LA TIERRA DE HERMOSA, de Jesús Mauleón
LA TIERRA ES TUYA, de Concha Zardoya
LA MUERTE COMO EL AMOR, de Victor Manuel Arbeloa


7.Me llamaré Francisco

RECADO A SAN FRANCISCO, de Pilar Paz Pasamar
CÁNTICO DEL HERMANO SOL, de José Luis Blanco Vega


8.Francisco y los animales

HERMANITOS PÁJAROS, anónimo
LOS MOTIVOS DEL LOBO, de Ruben Darío


9.El loco de Dios

YO LE DIJE A DIOS, de Jesús Mauleón
EL LOCO, de Antonio Porpetta


10.Todas las mañanas, cuando leo el periódico

TODAS LAS MAÑANAS, CUANDO LEO EL PERIÓDICO, de Gabriel Celaya y EL NIÑO, de Antonio Porpetta


11.Se desahoga Casaldáliga con San Francisco

ORACIÓN A S. FRANCISCO EN FORMA DE DESAHOGO, por Casaldáliga


12.Ya no lloramos

CULPA, de Ángela Figuera
ELOGIO DE LA IMPERFECCIÓN, de Miguel d'Ors



bblanco


bblanco

casalinea4

Volver arriba